Bajo esa expresión casi imposible de pronunciar se oculta uno de las herramientas espirituales más potentes de las civilizaciones nórdicas. Porque, ¿quién no querría tener control sobre sus sueños? Pues eso es justamente lo que se consigue con el Draumstafir, según las creencias vikingas, que una persona pueda soñar lo que desea. Mitología o realidad, aquí vas a encontrar todos los datos para sacar tus propias conclusiones.
Procedente de Islandia, el Draumstafir es un símbolo mágico, un talismán que proporcionaba poder para transformar en sueños, los deseos más profundos. Los islandeses, especialmente en la época del medievo, tenían la costumbre de rodearse de todo tipo de amuletos para estar protegidos o para obtener determinados deseos. Casi podría decirse que contaban con una runa específica para cada necesidad.
Sin duda, de todos estos símbolos, el Draumstafir era uno de los más usados. Aunque se podía portar en cualquier momento, era durante el solsticio de verano, en la mágica noche de San Juan, cuando se llevaba a cabo el ritual más significativo con el Draumstafir como protagonista.
Este talismán se tallaba sobre cualquier material, pero lo más habitual era fabricarlo en plata o cuero. Lo que se hacía con el Draumstafir era dormir sobre él, porque creían que esa era la forma de tener un absoluto control con lo que se soñaba.
No conviene olvidar que estamos ubicando la época dorada del uso de los Draumstafir en la Edad Media. En Islandia, como el resto de Europa, las condiciones de vida para la mayor parte de la población eran durísimas. Es lógico que buscasen refugio en la magia y en los poderes sobrenaturales para intentar tener algún dominio sobre su vida y, sobre todo, para tener esperanza de mejora y cambio.
Así se explica que el Draumstafir adquiriese tanta relevancia, porque era una runa que actuaba sobre los sueños, ese mundo tan fascinante como incontrolable. Según los relatos de quienes usaban un Draumstafir, lo primero que notaban era que conciliaban un profundo y reparador sueño. O sea, para empezar, este amuleto alejaba los problemas que impiden dormir y descansar.
Pero, lo más atrayente del Draumstafir no era que ayudase a tener el descanso merecido. Lo más singular es que, además de controlar lo que se sueña, tiene poder para que lo recordemos. Sin duda, solo por este motivo, actualmente muchos se apuntarían a tener un Draumstafir, para acordarse de lo que sueñan y así, poder entender su significado y las señales que nos lanza.
¿Te gustaría probar en primera persona hasta dónde alcanza el poder del Draumstafir sobre tus sueños? Evidentemente, lo primero es que te hagas con uno de estos símbolos. Según los expertos en rituales nórdicos, es más efectivo un Draumstafir en el que predominen los tonos claros y que esté grabado o fabricado con materiales muy apreciados para los vikingos como el cuero o la plata.
Ahora solo queda que realices el ritual para activar los poderes de Draumstafir sobre tus sueños. Primero tienes que esforzarte en visualizar lo que deseas soñar, de manera detallada y con la máxima concentración durante 5 minutos como mínimo. Después, toca que te dibujes el símbolo en tu antebrazo izquierdo, preferiblemente con un rotulador de tono negro y que se quede fijo en la piel.
Es interesante que lleves un diario con los recuerdos sobre tus sueños durante todo el tiempo que hagas este ritual. Este gesto te sirve de puente entre el mundo onírico y el real, de manera que lo que sueñas puede convertirse en realidad.
Descubre cómo volver a tus sueños favoritos con estos 5 consejos prácticos. ¡Explora el mundo…
¿Sabías que antiguamente se realizaban sanaciones mediante el sueño? Te contamos todo sobre los templos…
Descubre ejemplos de reglas y acuerdos para parejas swingers. Establece límites claros y disfruta de…
Descubre cómo establecer y mantener límites en una relación abierta. Comunicación, confianza y crecimiento en…
Descubre las diferencias y similitudes entre relaciones abiertas y poliamor. Explora nuevas formas de amar…
Descubre cómo usar el contacto cero para cerrar un capítulo en relaciones de pareja. Sanación…