Hablemos de la autoaceptación y de la autoestima

La autoestima es uno de los factores clave para alcanzar el bienestar personal, sin embargo, en ocasiones, confundimos este término con la autoaceptación. Aunque son dos conceptos que están muy ligados entre sí, lo cierto es que cada uno hace referencia a diferentes factores que nos afectan a nivel psicológico-emocional.

No, autoaceptación y autoestima no son lo mismo

La autoestima se define como todas aquellas percepciones, pensamientos, evaluaciones personales y sentimientos que nos hacemos sobre nosotros mismos, tanto sobre nuestra apariencia, como sobre nuestra forma de ser y de actuar en la vida.

Sin embargo, la autoaceptación es el hecho de reconocernos a nosotros mismos nuestro valor, y sentirnos merecedores de nuestro propio cariño y respeto. En definitiva, significa que nos gusta como somos y que nos damos nuestra propia aprobación.

Es por ello que, aunque son conceptos totalmente diferentes, la autoestima y la autoaceptación tienen algo en común. Y es que cuando somos capaces de aceptarnos, de querernos aun con nuestros fallos y errores, estamos influyendo de forma positiva sobre nuestra autoestima, porque nuestra opinión sobre nosotros mismos es optimista y positiva.

Una buena autoestima para una mejor autoaceptación

La autoestima es un concepto clave para alcanzar el bienestar personal. Sin embargo, podemos tener una alta autoestima o por el contrario tener una baja autoestima, dependiendo de la apreciación que hagamos sobre nosotros mismos.

Y es que, aunque a veces no lo pensemos, nuestra autoestima está conformada por nuestra propia opinión y ésta, a su vez, puede ser de aprobación o de rechazo. Por ello, las personas que se autoaceptan tienden a tener una autoestima más alta, y en definitiva, sienten un mayor bienestar personal.

Cuando tenemos una autoestima dañada, una autoestima baja, es muy probable que desarrollemos acciones que nos acaben perjudicando a nosotros mismos.

Sin embargo, cuando disfrutamos del placer de tener una autoestima sana o bien establecida, sentimos que estamos seguros con nosotros mismos, que aceptamos nuestras decisiones, y que somos capaces de valorar todo nuestro potencial. En definitiva, desarrollamos una elevada satisfacción personal.

Algunas claves para aumentar tu autoaceptación

Como hemos visto, aceptarse a uno mismo es una de las claves esenciales para tener una alta autoestima y poner en marcha todos aquellos cambios que consideremos necesarios en nuestra vida. La autoaceptación se debe convertir, por tanto, en uno de nuestros motores vitales para alcanzar el equilibrio emocional y el bienestar personal.

Incluso, cuando somos capaces de aceptar que tenemos defectos y que cometemos errores, empezamos a malgastar menos energía en esconder todos esos defectos, lo cual, nos lleva a sentirnos más felices y menos presionados. Existen algunas claves para mejorar la autoaceptación:

No esquives los problemas

Una de las claves esenciales es no intentar escapar de los problemas y hacerles frente siempre que éstos se presenten en la vida. Y es que, evadirnos de nuestros problemas sólo nos trae el sentimiento de culpa por no haberlos solucionado.

Reconócete a ti mismo

La autoaceptación se trabaja a través de la autoreflexión, y cuando reflexionamos sobre nosotros mismos nos hacemos más conscientes de nuestros defectos y virtudes, algo que nos lleva a conocernos mejor y que se traduce también en una mayor autoaceptación.

Maneja bien las críticas

El mundo que nos rodea está lleno de personas, unas que nos quieren, otras que nos odian, y otras que son muy críticas con nosotros.

Cuando recibas una crítica, es mejor analizar de quién viene ese comentario y aceptarla o rechazarla con sinceridad. Y si optas por aceptar las críticas, piensa en la mejor manera de cambiar lo negativo, pero no porque te lo digan los demás, sino porque sabes que te beneficia a ti mismo.