Hoy en día tenemos muchas técnicas para identificar un mentiroso. Lenguaje verbal, no verbal, curiosear... pero los buenos mentirosos no suelen parecerlo y desconfiar de todo el mundo tampoco es modo de vida. Al final, es el tiempo el que acaba por destapar a esas personas que hay en nuestra vida y en las que no deberíamos confiar. Y es que, las personas mentirosas nunca cambian por mucho que digan lo contrario, y es que en cierto modo, su personalidad está tan arraigada que cuesta cambiarla.
Si tienes a algún mentiroso cerca, cuidado, porque estos nunca cambian, lo único que hacen es mejorar sus estrategias. Es cierto que todos mentimos de vez en cuando, y también es verdad que a veces una mentira piadosa es mejor solución que una verdad que no sirve para nada. Pero hay un tipo de personas que son mentirosos profesionales, aquellos que hacen de la mentira su modo de vida, y estos son los que nunca podrán cambiar.
Piensa que una persona así es muy complicado que cambie. Ha estado actuando así durante mucho tiempo y ha hecho de su vida una gran mentira que es difícil de variar. Porque cuando uno es mentiroso es lo que pasa, que una mentira lleva a la otra y al final todo es una gran bola de nieve. Y aunque antes se pilla a un mentiroso que a un cojo, es cierto que hay mentiras muy grandes y muy bien construidas que pueden durar toda una vida.
Hoy te contamos algunos rasgos de las personas mentirosas, que hacen que mentir sea fácil para ellos, sea un modo de vida pero sobre todo, sea una obligación más que una opción. Es por eso que las personas mentirosas nunca cambian, solo mejoran sus mentiras.
Si hay una virtud que se asocia a un mentiroso es la inteligencia. Una persona que miente y no sabe cómo hacerlo no tendrá éxito y se le notará enseguida, pero el más listo sabe cómo engañar a todos. Por eso, las personas mentirosas suelen ser de lo más inteligentes, y utilizan esta virtud para inventar su historia, prever fallos y ponerla en marcha.
A la hora de contar una buena mentira hace falta un plan y también mucha frialdad. No les importa a quien ponen en un compromiso o incluso, a quienes arruinan la vida con el impacto de su mentira. Ellos mienten y punto, es como una costumbre y una necesidad. Además, muchas veces los mentirosos mienten para tapar otras mentiras, con los que no tienen tiempo para preocuparse por si hacen mal a alguien con su comportamiento.
Cuando alguien está acostumbrado a mentir duda frecuentemente de la palabra de la otra persona que tiene al lado. Es normal, si lo piensas, tendemos a juzgar a la gente por cómo actuaríamos nosotros. Si el mentiroso miente, creerá que todos mienten. Y es que, como dice el refrán "cree el ladrón que todos son de su condición".
Puede que sean personas extrovertidas, simpáticas e incluso encantadoras. El perfil de una persona mentirosa es la de ser un cautivador, que no duda en adornar sus historias para acercarse a los demás. No son nada tímidos, sino que avanzan si miedo y con mucho descaro por la vida, sin preocuparse por nada y usando la mentira como medio de expresión totalmente.
Como hemos dicho antes, el mentiroso no es una persona que miente alguna vez, pues si no, absolutamente todos tendríamos ese perfil. Una persona mentirosa está constantemente mintiendo, y mantiene de forma lineal sus mentiras, por lo que debe acordarse de todas. El buen mentiroso tiene una buena memoria y la mantiene para que nadie le pille. De hecho, hay quien se acaba creyendo sus propias mentiras.
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