¿Fríos, rudos, cortantes, de fuerte carácter? ¿Son estos los rasgos habituales de la personalidad intimidante? ¿Qué efecto provocan estas personas sobre nosotros mismos? ¿Qué sucede cuando hablamos con estas personas en nuestro interior? ¿Qué es lo que sucede tras su intervención? Y... ¿qué es lo que sucede con este tipo de personalidad? Es decir, ¿por qué actúa de ese modo? ¿Qué le ha llevado hasta ese comportamiento? Hoy descubrimos la personalidad intimidante, basada en la rudeza, en la categorización con respecto a los demás.
Ese particular silencio en la conversación que se convierte largo y complicado de gestionar. ¿Suena, verdad? Esto es lo que sucede cuando nos encontramos ante una persona intimidante que llega a establecer juicios e indicaciones de conducta con respecto a las decisiones que tomamos, con respecto a nuestra vida directamente.
Y es que, quienes se aproximan a este tipo de personalidad, no se suelen dar cuenta del efecto que producen cuando se expresan ante los demás, aunque no hablamos de ser malas personas. Sin embargo, detrás de ese halo de rudeza y de excesiva sinceridad, se esconde un tipo de personalidad verdaderamente interesante que tiene muchas ventajas y cualidades respecto a los demás tipos de personalidad.
De hecho, una de las principales características que tiene la personalidad intimidante es la sinceridad, la necesidad de ir siempre con la verdad por delante, así como el no tener pelos en la lengua para expresar lo que sienten en cada momento.
Otro de los rasgos más característicos que tienen las personas con personalidad intimidante, que más que rasgo es una clara ventaja, es que suelen trabajar de forma incesante para alcanzar sus metas y objetivos. En definitiva, se trata de personas muy constantes y luchadoras. Además, no incumplen nunca sus promesas ni son capaces de engañar a sus amigos, sin embargo, las personas con este tipo de personalidad suelen generar a veces rechazo por parte de los demás, debido a su excesiva claridad a la hora de emitir sus propios juicios.
Si sospechas que puedes tener una personalidad intimidante, es importante comprobar si te ves identificado con alguna de estas actitudes.
Las personas que tienen este tipo de personalidad sienten que tienen ideas tan profundas, que no las pueden compartir con cualquiera. Por ello, suelen preferir expresarse con gente que sienten que igual de interesante que ellas.
Si has notado que te suele molestar la ignorancia de los demás, es posible que esto sea un claro síntoma de que tienes una personalidad intimidante ya que te gusta cultivar tu inteligencia y esperas que la gente que tienes a tu alrededor también lo haga. Dado el malestar que puede generar esta situación, es importante practicar la empatía y la escucha activa.
Las personas con personalidad intimidante se esfuerzan por hacer siempre todo bien y les molesta la gente que no pone todo su empeño en cumplir sus objetivos. En esta línea, procuremos decir las cosas con asertividad para no causar un dolor o enfado que no procede en la otra persona.
Si es así, lo más normal es que tengas este tipo de personalidad, ya que las personas con personalidad intimidante destacan también por ser muy independientes. Lo normal es que nunca pidan ayuda porque prefieren no tener que depender excesivamente de los demás.
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