¿Sientes vergüenza, cierta inseguridad o una sensación constante de ser vigilado cuando tienes que conocer a gente nueva? No te preocupes, la ansiedad social es un problema mucho más común de lo que piensas. Este tipo de ansiedad o fobia social se caracteriza por un miedo intenso, y en la mayoría de ocasiones también excesivo, al conocer a gente nueva o al ampliar el círculo social en el que frecuentemente se mueve una persona.
La ansiedad social se manifiesta a través de diferentes síntomas psicológicos, siendo los más habituales, el miedo a hablar en público, angustia, pensamientos negativos sobre uno mismo, o las crisis de ansiedad. Pero a nivel físico, este tipo de ansiedad también se manifiesta a través de una sintomatología muy concreta, como la sudoración, el dolor de estomago, el temblor de voz y manos, la rigidez postural, incluso, mareos o taquicardias.
Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Oxford y el London University College, aproximadamente un 13% de la población mundial padece este tipo de ansiedad, y a través de esta investigación se demostró que la mejor solución a largo plazo para tratar este tipo de trastorno, pasaba por la reeducación psicológica a través de terapias de conducta.
Por complicado que parezca, la única forma en la que se puede superar el miedo es enfrentándose a él. Por ello, las personas que padecen ansiedad social no debe evitar el contacto con gente nueva o limitar sus relaciones sociales exclusivamente a las personas de su círculo de confianza. Debes ser consciente de que la ansiedad social te paraliza y te avergüenza pero, la primera técnica para vencer este tipo de miedo, es tener claro cuál es el motivo que te lleva a padecerla y pasar por él.
Este tipo de pensamientos limitantes son los primeros que debemos desechar de nuestra mente para no sentir miedo. Para ello, debes pensar que muchos de los temores que tienes no son reales, y que tú solo puedes derribarlos. Mira hacia tu interior, reflexiona sobre cómo te sientes, y libérate de todos esos pensamientos limitantes que te provocan miedo, ansiedad y que no te están conduciendo por el mejor camino en la vida.
Otra de las claves para superar la ansiedad social es que dejes de exigirte demasiado a ti mismo. La autoexigencia es buena para lograr determinados objetivos, pero cuando llevas esta exigencia al extremo puede aparecer el miedo al rechazo social, uno de los principales desencadenantes de la ansiedad social.
Este punto también es muy importante, ya que para poder vencer un miedo concreto es necesario fijarse primero unos objetivos progresivos y no enfrentarse a él de golpe. En este sentido, lo mejor es ir desde lo que menos ansiedad te produce hasta lo que más, pensando que cada objetivo es un escalón en el que te debes detener para poder superarlo.
Según recoge el libro 'Dominar las crisis de ansiedad. Una guía para pacientes', una vez que hayas decidido enfrentarte a tu miedo y te hayas planteado un objetivo de forma progresiva, ha llegado el momento de empezar a romper barreras a la hora de relacionarte con gente nueva. Sin embargo, para que no te invada la ansiedad en esta situación, debes evitar hablar en voz alta o a un ritmo más rápido del que habitualmente sueles hablar. Y es que es preferible hablar en un tono bajo y despacio para no forzar la respiración, y evitar la hiperventilación que puede desencadenar en una situación más compleja de gestionar.
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