Independientemente del contexto social del que venga, de la raza, del sexo, de la edad o del nivel cultural, una persona puede ser más o menos educada. Y es que, la educación es un rasgo de la personalidad que vamos desarrollando desde la infancia, y que llega a su máximo esplendor cuando alcanzamos la etapa adulta.
El fomento de la buena educación es una labor en la que todos tenemos que poner de nuestra parte, pero especialmente los padres y los seres más allegados a la persona. Ser educado es, por lo tanto, un rasgo que sólo se adquiere poniendo el suficiente empeño y esfuerzo por llegar a serlo.
Ser maleducado es un rasgo de la personalidad que no trae consigo ningún beneficio, sino más bien, son todo desventajas. Entre los principales problemas que encuentran las personas maleducadas destacan, por ejemplo, el poco aprecio que éstas obtienen de los demás, y también la capacidad que desarrollan este tipo de personas para atraer cosas malas a su vida.
Pier Forni, autor del libro autor The Civility Solution: What to Do When People Are Rude (La solución civil: Qué hacer cuando la gente es grosera) determina que la educación es, básicamente, la forma en la que tratamos a los demás en nuestra vida diaria y se trata, además, de un concepto muy vinculado a la ética.
Según este experto, la buena educación se sustenta en el principio de respeto a los demás, que consiste en tratar a los demás como un fin en sí mismo, en lugar de como un medio para satisfacer nuestras necesidades primarias e inmediatas.
Sin embargo, por más que tratemos de evitarlos, es fácil encontrarse con personas maleducadas en nuestra vida cotidiana y además no es tan difícil reconocerlas porque:
Uno de los rasgos que mejor definen la personalidad maleducada es que a este tipo de personas les cuesta mucho agradecer lo que los demás hacen por ellos. Por eso, la palabra 'gracias' no suele estar en su vocabulario habitual.
A las personas que tienen una personalidad maleducada también les cuesta mucho dedicar un amable saludo a los demás.
Las personas maleducadas suelen resultar groseras a los demás porque carecen de modales, y esto es algo que, en general, incomoda cuando se intenta entablar una relación con ellas.
La mala educación está, a menudo, muy relacionada con ese tipo de personas que siempre creen llevar la razón en cualquier cuestión. Además, son personas que tienden a pensar que el resto del mundo está en su contra.
Hay que reconocer que tratar con personas maleducadas no es algo que resulte ni cómodo ni sencillo a nadie. Sin embargo, a veces no nos queda más remedio que tratar con gente que tiene este tipo de personalidad. ¿Cómo podemos hacerlo?
Al tratar con una persona maleducada lo primero que adoptarás será una postura de perplejidad, sin embargo, es posible que seguida de ésta, desarrolles inmediatamente una reacción defensiva hacia esa persona.
Intenta respirar profundo varias veces y no te dejes llevar por su misma grosería y mala educación, al contrario, debes intentar llevarla a tu terreno a través de tu amabilidad.
El humor y la simpatía son estrategias muy eficaces para salir airoso de situaciones complicadas. Utilizar frases sencillas y ambiguas en lugar de buscar el enfrentamiento, es una de las mejores maneras de desmontar por completo a una persona maleducada.
Aunque tengas delante a una persona maleducada, nunca debes dejarte contagiar por sus malos modales. Al contrario, cuida al máximo tu lenguaje corporal y también emplea un tono de voz suave cuando hables con ella.
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