Así podrás usar las emociones a tu favor

Según Daniel Goleman, "las personas que cuentan con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y eficaces en su vida. Y las que no pueden poner cierto orden en su vida emocional, libran batallas que sabotean su capacidad de concentrarse en el trabajo y de pensar con claridad".

Todos podemos utilizar las emociones a nuestro favor, porque todas las emociones son impulsos a la acción que nos inclinan hacia un tipo de conducta determinado. Pero, ¿qué podemos hacer en nuestro día a día para poner la inteligencia emocional de nuestro lado?

Tomando conciencia de tus emociones y del motivo por el que las has tenido

No se puede vivir sin emociones, porque son reacciones humanas que todos, en mayor o menor medida, experimentamos.

Las emociones son armas muy valiosas que nos hacen aprender mucho sobre nosotros mismos y sobre nuestras necesidades, pero también nos ayudan a conectar con los demás, y nos impulsan a conseguir grandes objetivos y metas. Por ello, tomar conciencia sobre las emociones y saber manejarlas, nos permitirá comprender lo que sentimos y tomar el control de cualquier situación. Al concienciarnos de nuestras emociones y de los estímulos que las provocan, somos capaces de tomar nuestras propias decisiones y de poner en marcha las medidas oportunas para afrontarlas.

El conocido psicólogo John Mayer apuntaba que "las personas inteligentes desde el punto de vista emocional, tienen habilidades en cuatro áreas: identificar las emociones, usar las emociones, entender las emociones y regular las emociones".

Lidiando con ellas en tu día a día y en tus decisiones

Las emociones son uno de los mecanismos de alerta más fiables que tenemos las personas. Sin embargo, con las emociones agradables nos resulta mucho más fácil lidiar, que con aquellas emociones que nos parecen más desagradables o negativas.

El estudio llamado Why sadness last lomnger than other emotions apunta que de las cuatro emociones básicas que tenemos los humanos (el enfado, el miedo, la alegría y la ira) la que más dura es la tristeza, y cuantificaba, incluso, que ésta dura hasta 4 veces más que la alegría. Sin embargo, no por tratarse de emociones negativas, debemos hacerles menos caso.

Hay que tener en cuenta que las emociones más desagradables aparecen cuando nos confrontamos con algo y, el principal síntoma de esto es que nuestra mente se llena de miedos de dudas o de inseguridades.

Lidiar con las emociones significa plantarles cara, tomar la decisión de cambiar las cosas para que esas emociones negativas no vuelvan a aparecer.

Hablando de tus emociones a los demás

Una vez identificadas, analizadas y reconocidas, las emociones deben ser compartidas con los demás si lo que pretendemos es utilizarlas a nuestro favor:

• Expresar nuestras emociones es algo bueno porque nos libera. Por ello, las personas que tienden a guardar o esconder sus emociones, tienen que hacer frente a una carga muy pesada que les impide vivir de una forma plena y tranquila.
• Expresar las emociones a los demás también nos aporta un gran bienestar emocional y nos convierte en personas más asertivas, tras comprobar que hemos dejado atrás una pesada carga que nos dificultaba vivir plenamente.
• Pero también, hablar de las emociones con los demás, nos ayuda a respetarnos a nosotros mismos, y contribuye a crearnos una imagen más confiada y creíble en nuestro entorno.

En definitiva, si aprendemos a utilizar las emociones a nuestro favor, obtendremos una fuente de energía muy poderosa para nuestra vida. Vale la pena empezar a entrenar todos estos aspectos para, como decía J.P Sartre, "conseguir transformaciones mágicas en el mundo".

Fuentes consultadas:

• Goleman, D. (1995). Inteligencia emocional. Editorial Batam Books.
• Salovey, P. (1997). Key readings on the Mayer and Salovey model.

Otras fuentes:

• The British Pyschological Society, "Why sadness last lomnger than other emotions". (Fecha de consulta: 02/10/2019).