Todo lo que Daniel Goleman nos enseñó de la inteligencia emocional

En los últimos años se ha puesto de modo el concepto de inteligencia emocional. Antes, solíamos fijarnos en el cociente intelectual de alguien para valorar si tendrá éxito o no en la vida. Y es que, una persona capaz de resolver problemas y memorizar gran cantidad de datos, estaba destinada al éxito rotundo. Este concepto de inteligencia emocional acuñado por Goleman está empezando a cambiar, y la inteligencia emocional comienza a tomar forma. Se trata de una teoría que está resultando muy interesante, una teoría que como su nombre indica parte de nuestras emociones y que cada vez está adquiriendo más protagonismo en nuestras vidas.

Precisamente, lo que dice la inteligencia emocional es que, las personas que sean capaces de gestionar sus emociones, reconocerlas y solucionar las circunstancias que se pongan por delante, tendrán mucho más éxito en la vida. Y el apunte es que esa persona sea capaz de expresar sus emociones, especialmente expresar las emociones negativas pero sin importar el tiempo que tarden en resolverlas.

¿Qué es la teoría de la inteligencia emocional?

El nombre de inteligencia emocional viene a rebatir la idea de que los que triunfan en la vida son los que sacan mejor puntuaciones en un test de inteligencia. La capacidad para tomar mejores decisiones, está, según esta teoría, en un buen conocimiento de aquello que son nuestras emociones y sus características esenciales.

Una de las cuestiones más curiosas de la inteligencia emocional radica en su baja correlación con la inteligencia clásica. Solo tenemos que echar un vistazo a la imagen de un niño muy listo en el colegio. Se trata de un niño con fuertes habilidades para sacar buenas notas pero escasas para la vida social. Es un ejemplo muy sencillo pero sabemos lo importante que es educar en emociones a los niños, porque puede que en un futuro este niño que hemos puesto como ejemplo tenga un gran puesto de trabajo, pero si no mejora la gestión de sus emociones, seguramente sea la misma persona solitaria.

La importancia de nuestras emociones

Para comprender la importancia que la inteligencia emocional tiene en nuestras vidas, un primer paso será entender la influencia que las emociones que sentimos tienen en nuestras vidas. Y en cierto modo, nuestras emociones son influenciadas por nuestros pensamientos mucho más de lo que creemos. Es un proceso relacionado de principio a fin.

Las decisiones son un buen ejemplo para que podamos entenderlo. Solo hay que pensar en cuando elegimos a nuestra pareja o nuestro coche nuevo. Normalmente no lo hacemos pensando en las opciones, analizando y valorando todas y cada una de ellas. Normalmente, las emociones que sentimos juegan un papel fundamental. No hace falta ser un genio para saber lo negativamente que puede influir en nuestra vida y nuestro rendimiento. Pero sí es importante ser capaces de convertir nuestras emociones negativas en positivas porque de lo contrario nos veremos ante situaciones que no podremos manejar y ello derivará en casos de depresión o crisis de ansiedad.

Además, la época en la que las empresas buscaban personas con conocimientos técnicos o experiencia laboral ha terminado. Esto es la inteligencia emocional en el liderazgo empresarial porque hoy en día, lo suyo está en encontrar personas con capacidad para resolver conflictos y con una buena habilidad intercomunicadora. Es decir, hoy en día, la inteligencia emocional, es lo que más se valora.

¿En qué se caracterizan las personas con una alta inteligencia emocional?

En primer lugar, las personas con inteligencia emocional saben identificar sus propias emociones. Se trata de un punto básico, que hará que sepamos en cada momento lo que estamos sintiendo y por qué. Gracias a este conocimiento, el simple hecho de conocer nuestras emociones positivas y negativas nos puede ayudar a averiguar cómo arreglar nuestros problemas.

Manejar nuestras emociones será el siguiente paso. Si estamos pasando una época de más ansiedad porque hay obras en casa, sabremos en primer paso reconocerlo y en segundo lugar, saber relajarnos de la mejor manera posible.

Además, quien tiene una alta inteligencia emocional, sabrá perfectamente qué es eso de la empatía emocional identificar cómo se sienten los demás. Si están preocupados, si necesitan ayuda o actuar del mejor modo posible. Se trata de una inteligencia social que, tanto en el ámbito personal como en el profesional, puede dar excelentes resultados.

Y es que, normalmente nos sentimos bien con una persona que tiene una alta inteligencia emocional. Por eso tienen capacidad para influir en los demás y para mantener unas buenas relaciones sociales.

Fuentes consultadas:

• Goleman, D. (2002). Inteligencia Emocional. España, Barcelona. Editorial Kairós.