Lograr el equilibrio físico, psíquico y emocional es el objetivo de cualquier tipo de yoga, la disciplina ancestral que combina ejercicios y posturas para ganar fuerza y elasticidad al tiempo que trabaja la meditación y sus correspondientes técnicas.
Quienes practican alguna modalidad de yoga notan sus efectos beneficiosos con asombrosa rapidez. Dependiendo de los ejercicios, de las asanas, del ritmo de la respiración y de la incidencia en la meditación, el yoga ofrece distintas variedades. Todas las variedades comparten un mismo objetivo: alcanzar el bienestar de la persona, su crecimiento a nivel del alma y su espiritualidad.
A nivel físico, el yoga se centra en estirar y flexionar cada grupo muscular buscando la simetría del propio cuerpo, pero éste es solo un primer paso. Aprender atraer las energías positivas a tu vida y conseguir la armonía interior nos ayudará a conseguir el equilibrio mental es realmente lo que persigue la combinación entre ejercicios y profunda relajación.
Todos persiguen este mismo fin, pero algunos inciden más en la meditación como vía para alcanzarlo. El yoga requiere tiempo. Solo con la práctica regular del yoga podrás lograr tu objetivo. Mejorar de manera progresiva en el autocontrol y en el propio conocimiento es un proceso en el que se avanza poco a poco, superando niveles hasta alcanzar ese ansiado equilibrio. Deshacerte del estrés cotidiano, eliminar sentimientos negativos y tóxicos, abrir la mente y conectar con el propio yo… parece complejo, pero con estos 4 tipos de yoga conseguirás el equilibrio mental que estabas buscando.
Es uno de los más practicados en todo el mundo. El Hatha yoga te ayudará a conseguir el equilibrio de tu mente y cuerpo porque se centra en el ejercicio físico intenso, pero esto no quiere decir que descuide el aspecto espiritual. El Hatha yoga combina los distintos movimientos de las posturas de yoga asanas con técnicas de control de la respiración (pranayamas) para purificar el organismo, conectar con nuestro ser interior y lograr clarificar la mente. Esta modalidad de yoga exige un duro trabajo porque controlar las posturas, que se suceden a ritmo rápido, de manera que vayan en perfecta armonía con la respiración no resulta sencillo en las primeras sesiones. Aun así, a medida que se avanza en el Hatha, el control físico lleva al control mental y a un aumento de la propia energía que permite transformar las actitudes emocionales negativas en positivas en pocos pasos.
Algunos lo consideran el yoga más espiritual y el más recomendable si de lo que se trata es de superar cualquier bloqueo mental. Aquí lo importante es la postura en sí misma y concentrarnos en ella mientras controlamos la respiración. Es el yoga de la consciencia. La relajación y la meditación son su base y las herramientas que utiliza para sanar y equilibrar cuerpo conjuntamente con tu espíritu.
Es el yoga de la auto aceptación y por tanto con el que se trabaja la autoestima de cada persona. Se basa en conocer el cuerpo y aprender de él. Del mismo modo, debemos acercarnos a nuestra propia mente para descubrir sus facultades y saber utilizarlas para nuestro desarrollo interior. En el Kripalu yoga los asanas son lentos y prolongados. Se trata de alcanzar la postura correcta que nos proporcione el equilibrio que necesitamos y prolongarla todo lo posible. En las etapas más avanzadas de esta disciplina, los movimientos se combinan libremente porque el kripalu yoga es la “meditación en movimiento”. Conocer el yo interno es el objetivo que nos ayudará a razonar y a tomar las decisiones correctas que nos hagan sentir bien.
Su nombre lo dice todo. Es una derivación del Iyengar Yoga pero sus movimientos son más pausados porque el objetivo es el descanso total de mente y cuerpo. Se centra en la relajación y utiliza distintos accesorios como puntos de apoyo para lograrla: mantas, cojines, sillas, bloques de madera… Realizar una profunda “limpieza” de la psique hará que fluyan nuestras emociones eliminando las negativas y potenciando las positivas. El resultado: equilibrio mental conseguido.
Ahora que ya conoces algunas de las posturas de yoga con las que conseguir tu equilibrio mental no dudes en ponerlas en práctica. Te aconsejamos que tomes unos minutitos cada día para dedicarlo a esta tarea y en pocos días notarás que te sientes mucho mejor.
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