5 errores que debes evitar en tus relaciones sociales

No todas las relaciones son iguales, pero sí que hay que seguir una serie de pautas para evitar que nuestras relaciones sociales se vean perjudicadas por conductas o actos que no las benefician. Ser conscientes de nuestros actos es la mejor forma para encauzar nuestros pensamientos hacia un lugar determinado, intentando exprimir cada momento hasta el final, y por supuesto sin herir a nadie.

Los errores y conflictos más frecuentes en las relaciones sociales

A continuación vamos a comprobar cuáles son los errores que más cometemos en nuestras relaciones sociales para que los analicemos uno a uno y detectemos si en efecto estamos obrando mal para poder ponerles fin. ¡Toma nota!

1- Ser un egocéntrico narcicista: el yo, yo, yo

Hay personas capaces de relacionar cualquier comentario con ellas. Da igual lo que digan, las personas narcisistas siempre tienen una anécdota que contar sobre el tema, un amigo que lo domina o te explican qué harían en tu caso. ¿Te sientes identificado con ese perfil? Es una de las cosas que más rabia dan, así que evita dirigir todas las conversaciones hacia ti. Si en plena conversación descubres que lo haces siempre puedes redirigirla hacia tu interlocutor, que sea él el protagonista y no tú y tu ego. Quizá no te sientas tan bien, pero tu interlocutor lo notará y vuestra relación se verá reforzada.

2- Un contacto físico excesivo

A medida que os vayáis conociendo descubrirás si la otra persona acepta o no el contacto físico, pero una de las cosas que más relaciones sociales rompen es que estés tocando constantemente a tu interlocutor. Puede concebirlo como que lo estás manipulando, aunque tal vez esa persona pueda tener ciertas inseguridades e incluso puede que tenga miedo a ser juzgado socialmente, por lo que como consejo, intenta mostrarte siempre lo más natural posible.

Cogerle la mano, toquecitos en el pecho, pasar el brazo sobre los hombros... tocar a la otra persona sirve para reforzar nuestras emociones, pero nuestro interlocutor puede sentir que invades su espacio personal. La situación puede ser muy violenta para la otra persona, así que trata de respetar el espacio de cada uno y reduce al mínimo necesario el contacto físico.

3- El lenguaje corporal

Aunque el contacto físico también forma parte del lenguaje corporal, hay una serie de errores bastante comunes ligados al resto de nuestro lenguaje corporal. Por ejemplo, estar de brazos cruzados es un indicador de desconfianza, de baja autoestima etc. Es una posición defensiva. Otro caso es con los pies apuntando hacia otro lado, por ejemplo hacia la salida, o no sonreír. Una buena sonrisa mejorará nuestras relaciones sociales, ya que siempre es más fácil entablar una conversación o cooperar con alguien que transmite unas sensaciones como las que asociamos a las sonrisas.

4- No saber orientar las conversaciones

En este punto tenemos dos posibilidades. Por una parte están las preguntas de respuesta rápida, que se contestan sí o no, que no dan pie para mucho. En cambio, si utilizamos los que en el mundo anglosajón se conoce como W questions -qué, cómo, por qué...- la conversación será más dinámica e interesante. Por otra parte nos encontramos con las personas que no saben rematar una conversación muerta. Si el tema no da más de sí hay que zanjar esa conversación y buscar algo diferente de lo que hablar. Acabar una conversación agonizante, con muchos silencios, deja un mal recuerdo en la otra persona.

5- Quedarte toda la información para ti

Empezábamos diciendo que no hay que ser egocéntricos, pero una de las bases de las relaciones es confiar en la otra persona y las relaciones sociales no escapan a este mantra. Si nos preguntan algo hay que ser sinceros, expresar nuestros sentimientos pero no defenderlos como si fuesen la única verdad absoluta, o nos rechazarán. Nuestras relaciones sociales también se verán negativamente afectadas si nos presentamos como alguien perfecto, sin problemas, dudas ni fisuras. Mostrar dudas o debilidades no tiene por qué ser un problema.

Si eres capaz de corregir todos estos errores tan comunes en nuestras relaciones sociales será más fácil que puedas tender fuertes puentes con otras personas. En cambio, caer repetidamente en estos fallos nos dificultará el desarrollo de nuestras relaciones sociales, lo que tendrá efectos negativos para nosotros.