La tristeza se presenta en numerosas ocasiones en nuestra vida. Aparece desde que somos pequeños, cuando vemos que nuestra madre se va a trabajar o cuando no podemos jugar más con nuestros amigos. Seguimos de adolescentes, experimentando una tristeza más extrema cuando sufrimos el primer desamor. De adultos la tristeza se nos presenta de numerosas maneras, y es que, se trata de una emoción que aunque nos crea malestar, es de lo más necesaria.
La tristeza nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, y también a entender mejor a los demás. Por otra parte, cuando estamos tristes, desarrollamos una conducta en la que favorecemos las relaciones sociales, ya que sentimos el apoyo de nuestros seres queridos y entrenamos la empatía. Sabemos que estar triste es normal, ahora bien, el problema viene cuando estamos tristes y no sabemos por qué.
Al parecer todo funciona bien en nuestra vida. Estamos tranquilos y no tenemos ninguna preocupación importante, y sin embargo, vivimos con una sensación de tristeza que no podemos llegar a comprender. Abatimiento, ganas de llorar, falta de energía, sentirse triste sin saber por qué... se trata de una serie de sensaciones que no son nada agradables y de las que nos gustaría deshacernos.
Pues bien, si estos te ha pasado alguna vez, o te está pasando ahora, es mejor que sepas que es necesario hacer un ejercicio de introspección para saber dónde está el problema y así poder solucionarlo. Y es que, mirando un poco dentro de nosotros es posible que encontremos la causa de nuestra tristeza.
El hecho de estar sin problemas no significa que estés satisfecho con tu vida, por eso, aunque la tristeza es necesaria de vez en cuando, te recomendamos que le prestes atención. Si esta emoción se alarga demasiado en el tiempo puede llevarnos a padecer trastornos del estado de ánimo, como la depresión o la ansiedad. Y entonces sí que experimentaremos un malestar más intenso.
Así pues, la falta de motivación puede ser una causa probable de la tristeza. Puede que tengamos trabajo, hijos, pareja... todo lo que la sociedad nos ha dicho que necesitamos, y aún así, nos sentimos desdichados. La falta de problemas no es un síntoma de felicidad, y es que, emprender un proyecto sea del tipo que sea puede causar problemas pero también ilusión. Puede que lo que necesites sea precisamente, tener algún problema.
Por otra parte, las formas de vida poco saludables también pueden provocarnos tristeza. Algo tan simple como las comidas poco saludables puede hacer que nuestro ánimo decaiga. Así que, si tomas demasiadas grasas trans, o alimentos con mucha azúcar, prueba a reducirlos de tu dieta, verás como te sientes algo mejor.
Asimismo, una vida sedentaria puede que no sea lo mejor para tu salud, pero tampoco para tu estado de ánimo. Movernos es fundamental para que nuestro cuerpo funcione, para que nuestra sangre fluya y para que las endorfinas, hormonas de la felicidad, hagan su papel.
En ocasiones no se trata de algo tan sencillo como cambiar de forma de vida, a veces, es necesario mirar más hacia dentro para saber qué es lo que amenaza nuestro bienestar. Las personas tendemos a esconder las cosas que nos hacen daño, y a veces las escondemos tanto, que no somos capaces de ver que están ahí.
Acudir a un profesional como un psicólogo puede ayudarte a ver qué es lo que te causa dolor. Y aunque la idea de no pensar en las cosas que nos duelen sea atractiva, lo cierto es que, ser consciente de ellas es un paso fundamental para solucionarlas y dejar atrás la tristeza.
Descubre cómo volver a tus sueños favoritos con estos 5 consejos prácticos. ¡Explora el mundo…
¿Sabías que antiguamente se realizaban sanaciones mediante el sueño? Te contamos todo sobre los templos…
Descubre ejemplos de reglas y acuerdos para parejas swingers. Establece límites claros y disfruta de…
Descubre cómo establecer y mantener límites en una relación abierta. Comunicación, confianza y crecimiento en…
Descubre las diferencias y similitudes entre relaciones abiertas y poliamor. Explora nuevas formas de amar…
Descubre cómo usar el contacto cero para cerrar un capítulo en relaciones de pareja. Sanación…