El Tocado de Nemés era una especie de pañuelo hecho de tela muy característico de la cultura egipcia. Estaba formado por rayas y se utilizaba, sobre todo en las ceremonias funerarias de los faraones. Se trata de la, mal llamada, corona azul y dorada que se suele ver en muchos bustos del antiguo Egipto.
En este artículo vamos a ver los usos que tenía este tocado, así como su simbología para los egipcios y por qué era un elemento tan importante en la cultura y en las creencias de la gente de Egipto.
Usos del Tocado de Nemés
Aunque en la actualidad no se conserven restos de ningún Nemés, los expertos aseguran que estaban fabricados con una tela a rayas con dos colores distintos, generalmente azul, hecho con lapislázuli, y dorado, elaborado con oro.
Además, terminaba en una especie de trenza en la parte trasera y tenía como adornos, una diadema que representaba la figura de un buitre, junto a la de una serpiente, llamada Uraeus, que se pensaba que era una representación de la diosa protectora Uadyet.
Al poner el Nemés, este debía cubrir parcialmente la frente y toda la parte posterior de la cabeza, dejando la trenza caer por detrás.
Por regla general, el Tocado de Nemés se usaba dentro de la creencia de los egipcios de la vida que había tras la muerte, ya que era un adorno que se utilizaba, casi, exclusivamente, sobre los cuerpos de los faraones fallecidos para ayudarles y protegerles en su viaje hacia el más allá.
Asimismo, había algunos gobernantes que lo utilizaban en algunas ceremonias importantes o rituales para mostrarse frente a su pueblo como un enviado de sus deidades o como una persona cercana a los dioses y reforzar su posición de poder.
Simbología del Tocado de Nemés
El Tocado de Nemés tiene una simbología variada que está más relacionada con la vida tras la muerte y la protección de los fallecidos, pero también se considera un objeto sagrado que representa, en parte, la unificación de Egipto.
Los faraones cercanos a los dioses
Como hemos comentado anteriormente, el Tocado de Nemés era un símbolo de que los faraones eran personas cercanas a los dioses y tenían un vínculo que los unía.
Además, también se creía que solo podía llevar este tocado una persona que hubiese sido elegida directamente por los dioses y que estuviese destinada a gobernar.
La protección en el más allá
Por otro lado, Nemés, y más concretamente los adornos que lo formaban, eran un símbolo de protección. De hecho, el Uraeus, la serpiente que coronaba este tocado y que representaba a la diosa Uadyet, se decía que era capaz de bañar en fuego y veneno a los enemigos del faraón.
Asimismo, cuando se utilizaba en una ceremonia funeraria, también se creía que protegería al gobernante en su camino hasta el más allá.
La unificación de los dos egiptos
Como ocurre con otras prendas para la cabeza, como la Corona Roja o la Corona Blanca, el Tocado de Nemés, también es un símbolo representativo de la unión entre el Bajo y el Alto Egipto que supuso uno de los grandes hitos en la historia del Antiguo Egipto.
Se dice que las rayas azules y doradas pertenecen a los dos territorios y que su unión en el centro del tocado es una representación de la unificación de los dos reinos en uno solo y en perfecto equilibrio.
El Tocado de Nemés es una pieza fundamental que representa la protección divina, tanto en vida, como en la muerte, que recibía el faraón por parte de los dioses. Esto lo ha convertido en uno de los objetos más estudiados por parte de los expertos a lo largo de la historia.