¿Has soñado que te mirabas en un espejo tan sucio que apenas atinabas a ver tu reflejo? Entonces has de saber que cuando sueñas con espejos, tu subconsciente te está diciendo cómo se encuentra tu alma y cómo de cómodo/a te sientes en tu propia piel. Por eso, el hecho de soñar con un espejo sucio y/o repleto de mugre simboliza las dudas que tienes sobre tu identidad y sobre tu futuro. Aunque los significados de los sueños suelen tener una connotación positiva y otra negativa, lo cierto es que este tipo de sueño no es muy alentador que digamos.
¿Qué significa soñar con Espejo sucio?
Aunque este sueño tiene un significado por lo general negativo, no es algo que te deba preocupar en exceso: simplemente es un aviso de que hay algo en nuestra vida que podemos trabajar y mejorar.
- Soñar con un espejo sucio significa que no sabes qué quieres hacer con tu vida:
Ves tu futuro turbio, muy turbio… y eso mismo es lo que se refleja en este sueño. Si eres incapaz de ver tu propia imagen en el espejo por la suciedad que acumula significa que no tienes grandes expectativas sobre tu futuro. Nadie de nosotros sabe qué le deparará el futuro, pero tener objetivos es fundamental para avanzar -aunque sea un poco- en la vida. ¿Nuestro consejo? Siéntate y reflexiona fuertemente sobre cuáles son tus puntos fuertes y qué es lo que más feliz te haría en estos momentos. En cuanto lo tengas claro… ¡Adelante!
- Soñar con un espejo sucio significa que tienes dudas sobre tu propia identidad y forma de ser:
No sabes quién eres, ni lo que te gusta, ni lo que quieres en la vida. ¿Te sientes identificado/a con esta descripción? Entonces es muy normal que hayas tenido este tipo de sueño, tan frecuente entre los adolescentes que todavía no saben hacia dónde orientar sus pasos. Aunque somos entes cambiantes que vamos a evolucionar a lo largo de nuestra vida, lo cierto es que debemos tener una vaga idea de cómo es nuestra personalidad y qué es lo que nos hace felices.
- Soñar con un espejo sucio significa que no sabes en quién puedes confiar:
De hecho, a veces ni siquiera sabes si puedes confiar en ti mismo/a. La inseguridad y la desconfianza en el prójimo son dos de las grandes lacras del siglo XXI, ya que nos impiden relacionarnos con normalidad. Sin embargo, no puedes esperar lo peor de las personas.
