Filofobia: cuando tus miedos te impiden tener una relación de pareja

Las relaciones de pareja son la base de nuestra sociedad, de nuestra supervivencia y también, en gran medida, de nuestra felicidad. Aprender a vivir en ellas no es fácil, pero si además le añades alguna que otra complicación, la cosa empeora. Sabemos que el miedo a comprometerse es real, pero ¿hasta qué punto está en manos de una persona vencerlo o no? En una realidad con tantos miedos e inseguridades que tenemos, que exista una fobia a enamorarse no es de extrañar. La filofobia hace que una persona tiemble ante la idea de compromiso.

¿Qué es la filofobia?

Cuando hablamos de filofobia nos referimos a un miedo que sufre una persona en concreto al hecho de enamorarse. No se trata del típico nerviosismo o miedo a que le hagan daño. Ni si quiera se parece a la inseguridad de una persona por enamorarse y que le dejen. La filofobia es un miedo irracional, es un momento en el que la persona puede llegar a sentir que las relaciones de pareja duelen y no solo eso sino que también puede llegar a incapacitar totalmente a la persona que la sufre, condenándole a una vida en soledad.

En los casos más graves de las personas que padecen filofobia, puede llevar a que se aíslen totalmente. Esto viene a consecuencia de que temen hablar más de la cuenta con alguna persona, que haga que puedan enamorarse de ella. De este modo, el filofóbico no hablará con vecinos, amigos o incluso familiares. Las consecuencias de sufrir filofobia son devastadoras y harán que la persona que la padece pueda sufrir de baja autoestima y aquí el problema comienza a ser doble.

Pero no todos los filofóbicos son tan radicales. De hecho, puede que muchas personas la padezcan sin darse cuenta, echando la culpa a otros aspectos ajenos a ellos. Aquí aparecen los celos en la relación y la cosa se complica bastante. Así, las personas filofóbicas pueden llegar a boicotear sus propias relaciones, sin apenas darse cuenta. Un ejemplo muy común es el de aquel que se obsesiona con los pequeños defectos de su pareja hasta terminar con ella.

¿Miedo al amor?

El miedo al amor es un temor bastante habitual. Y ya no hablamos únicamente del hecho de enfrentarnos a una relación después de una ruptura porque esto es mucho más complejo para la persona que lo sufre. En ocasiones, el miedo al amor nos ayuda a alejarnos de aquellos que suponen una amenaza para nosotros. Y es que, aunque el amor no entiende de complicaciones, lo cierto es que nosotros sí. Por eso, el miedo al amor no es del todo malo, de hecho, existen estrategias efectivas para vencer el miedo al amor aunque desde el punto de vista de la persona filofóbica son imposibles de llevar a la práctica.

Lo que pasa es que cuando tenemos fobia al amor la cosa se complica. Nos volvemos totalmente incapaces de hacer frente a nuestra situación, y convertimos la más bonita de las relaciones en un cuento de terror. La fobia no domina y no nos deja actuar, conviriténdonos en esclavos de nuestros miedos. Y es que, cualquier persona puede elegir vivir o no en pareja. El problema del filofóbico es que, aunque lo desee, no puede superar ese miedo. Se trata de un trastorno que puede crear un gran malestar en el que lo sufre.

Cómo superar el miedo a enamorarse

El primer paso para superar el miedo a enamorarse es darse cuenta de que tenemos un problema. En el ser humano, lo más difícil es reconocer que tenemos debilidades y que hay problemas que se nos escapan de nuestras manos. En el momento en el que pensemos en nuestro miedo como en un problema, habremos dado el primer paso para recuperarnos.

Es importante que si vemos que padecemos filofobia busquemos ayuda en un especialista. La terapia psicológica y cognitiva puede ayudarte, por medio de los pensamientos más positivos. Y es que vencer las inseguridades y los miedos es posible, solo hay que trabajar sobre ellos. Por otro lado, también es habitual la desensibilización. Se trata de someter al paciente a interacciones. Exponerle al miedo hasta que pueda vencerlo por completo.

Hoy en día, existe cierto miedo a acudir a un profesional de la salud por estos asuntos, pero lo cierto es que, las terapias modernas son de lo más efectivas. Además, todos podemos beneficiarnos de estos métodos para lograr un mayor bienestar.