"Tenemos toda una vida para aprender a vivir", ya lo decía Séneca hace muchos años...Sin embargo, no todas las personas envejecen de la misma manera, y mientras algunas sufren achaques y enfermedades otras, sin embargo, llegan a la tercera edad en un estado óptimo de salud y de bienestar físico. Pero para todos y cada uno de nosotros es inevitable el paso de los años, y tarde o temprano, el envejecimiento se hace patente en nuestro cuerpo. Sin embargo, todos los cambios que sufrimos con la edad pueden tener consecuencias a nivel psicológico y emocional sino sabemos gestionar ciertos sentimientos.
La gerascofobia o gerontofobia es el miedo a todos los aspectos relacionados con la vejez. Se trata de una fobia que puede aparecer en gente relativamente joven, que empieza a experimentar las primeras señales del paso del tiempo. Las personas que padecen esta fobia, suelen asociar la aparición de los primeros síntomas visibles de la edad (arrugas o canas) la soledad, con dependencia en otras personas, incluso, a veces, con enfermedad. Por ello, quienes la padecen, tienden a aislarse, a deprimirse y a dañar su autoestima.
El conocido psicólogo Erik Erikson reveló que sólo hay dos formas de envejecer, una positiva, que nos lleva a superar las limitaciones y a conectar con nuestra integridad personal. Y también una negativa, que nos provoca desesperanza, tristeza y falta de confianza en nosotros mismos. Para plantar cara a las secuelas psicológicas que puede dejarnos el paso del tiempo y el envejecimiento, debemos trabajar la autoaceptación, pues esta es una de las herramientas más valiosas que tenemos para que el paso de los años y los signos que éste deja en nuestro cuerpo, no dañen nuestra autoestima.
Aunque los años pasen y dejen una huella imborrable en nosotros, es importante conservar siempre una alta autoestima porque sólo así conseguiremos enfrentarnos con mayor determinación a los nuevos retos que nos plantea la vida. Todos podemos poner en práctica una serie de pautas y consejos para ganar autoconfianza y conseguir una mayor satisfacción con nosotros mismos a medida que pasan los años. ¿Envejecer está dejando una huella física y psicológica en ti?. Esto es lo que debes hacer:
Si el paso del tiempo te impide hacer cosas que antes, cuando eras más joven, hacías, ahora debes conocer y aceptar todas esas limitaciones que te marca la edad. Para ello, lo mejor es que te pongas siempre metas realistas y que seas consciente de tus verdaderos límites. De esta forma, ganarás en motivación y en confianza en ti mismo.
Hacerse mayor no significa tener que dejar de hacer cosas que antes nos gustaba hacer. De hecho, para preservar una buena autoestima a medida que se van cumpliendo años, la mejor opción es potenciar la autonomía personal y las capacidades, a través de actividades que siempre te haya gustado hacer y que te hagan sentir bien.
A medida que vamos cumpliendo años, nos hace sentir más repletos el hecho de compartir nuestros éxitos con las personas que más nos quieren. Ahora que te has propuesto objetivos acordes con este etapa de tu vida, no te olvides de compartir los nuevos logros que alcances.
Una de las claves para perder el miedo a envejecer es vivir con la idea de que se pueden seguir aprendiendo cosas nuevas. Porque, tengas la edad que tengas, nunca es tarde, y la vida te puede seguir sorprendiendo.
Fuentes consultadas:
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