Aunque hablar de sentimientos positivos y negativos puede resultar algo frívolo, es innegable que hay una serie de sentimientos positivos, unos sentimientos que transmiten mejores vibraciones que otros y que nos harán sentir peor o que nos causarán cierto malestar. Los sentimientos tienen una fuerza sobre natural en nosotros mismos así que es necesario conocer qué son y qué función tienen los sentimientos y cómo las personas pueden notar la presencia de los mismos en su vida en la medida que su estado varía según éstos le van afectando.
Por todo ello, resulta imprescindible conocer los 8 sentimientos positivos que todos tenemos, cuando se dan y todo lo que nos aportan. Pero antes de ir con la lista de sentimientos positivos debes saber que los hemos ordenado por orden alfabético, no por orden de importancia o de positividad.
Se produce cuando contemplamos a alguien o algo de forma positiva, pero también cuando nos llega un cumplido. Esto hará que seamos más felices, que rindamos más y mejor o que adquiramos nuevas habilidades sociales, lo que sin duda fomenta nuestra amabilidad. La tranquilidad, alegría y felicidad también aumentan con la admiración.
El afecto es esa sensación tan placentera que sentimos cuando conectamos con alguien. Ya desde niños tenemos esa necesidad de afecto para un buen crecimiento emocional que nos permita desarrollar buenas relaciones de confianza sobre nosotros mismos; una necesidad que también sentimos de adultos. Abrazos, palabras amables, sonrisas sinceras, consejos, apoyo en todo lo que hagan, caricias o besos son la mejor forma de demostrar el afecto.
El agrado no es otra cosa que el placer que sentimos ante lo que nos gusta, y es un sentimiento muy explotado desde todos los ámbitos. Por ejemplo, la publicidad intenta jugar con los sentimientos de los potenciales destinatarios, y si cumple con su objetivo habrá despertado en nosotros esa sensación de agrado. Este sentimiento es sinónimo de alegría, optimismo y seguridad, mientras que su antagonista es ese miedo que somos incapaces de vencer, el desagrado, la ira o la angustia.
Quizá sea el más complejo de todos los sentimientos, que expresa lo mejor de nosotros mismos. Entre los beneficios que nos aporta el amor destaca que nos proporciona un extra de vitalidad, hace que nos sintamos menos estresados o mejora la autoestima considerablemente. También refuerza la salud, fortaleciendo el sistema inmune o manteniendo alejados los problemas cardiovasculares, y hace que nuestra piel y nuestro cuerpo luzcan radiantes.
Es un sentimiento con el que hay que tener cuidado. A su favor tenemos el subidón que nos genera, que nos hace ver la vida como si fuese algo magnífico, sentimos un bienestar y una felicidad muy importantes; pero también puede nublarnos la vista y hacer que actuemos de forma impulsiva, cuando vamos adquiriendo tal vez algunos rasgos de la personalidad narcisista y nos vamos envalentonando por ese subidón eufórico. Puede estar inducida por una alegría, una emoción, un orgasmo o la droga, caso en el que obviamente tiene consecuencias negativas para el individuo.
La gratitud es el sentimiento que agradecimiento que tenemos hacia alguien, y además de reforzar los vínculos sociales y familiares o experimentar mayor sensación de alegría y felicidad nos ayuda a descansar mejor y a sentirnos más enérgicos, lo que también ayuda a la concentración.
Si eres de los que siempre ven el vaso medio lleno, y no medio vacío, disfrutarás de una mayor salud física, de mejor capacidad para gestionar las emociones, estarás más animado y obtendrás mayores logros en la vida, ya que serás más persistente. Al encarar los retos de modo optimista también te estresarás menos, puesto que sabrás hacer frente desde la calma a esas situaciones de tensión.
Acabamos con la sensación de bienestar por algo que ha ocurrido, también conocida como satisfacción. Muchas veces la confundimos con la felicidad, pero la satisfacción y la seguridad y superación personal es una de las claves para llegar a la felicidad plena, es uno de sus ingredientes. En el lado contrario de la satisfacción está la insatisfacción, con consecuencias como el sufrimiento o las inquietudes. El nivel de satisfacción depende de los estímulos cerebrales: a más estímulos, más satisfechos estaremos.
Ahora que ya conoces cuáles son los sentimientos positivos y su significado tienes que proceder al siguiente paso. Analizarte a ti mismo, y ver el papel que cada uno de ellos tiene en tu vida, para que en la medida de lo posible puedas experimentar las mejores vivencias. ¡Tú puedes!
Fuentes consultadas:
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