El día 30 de abril dará lugar el primer eclipse solar del 2022, que será visible desde el sureste del Pacífico y en la región más meridional de América del Sur. Los eclipses solares se dan debido a la interposición de la luna entre el sol y la Tierra, por lo que el día 30 de abril la luna se interpondrá entre nuestro planeta y el sol, lo que proyectará la sombra hacia la Tierra.
¿Desde dónde se puede ver el eclipse solar de abril de 2022?
Como hemos comentado, se trata de un eclipse solar visible desde América del sur. Así pues, podrá verse solo desde el sudeste del Océano Pacífico. Principalmente, se podrá observar desde Perú, Chile, Bolivia y Argentina. Y también en algunas parte de Brasil y Colombia.
Podrás ver el eclipse de sol de abril en su punto máximo el 30 de abril a las 20:41h (UTC).
¿Por qué a este eclipse se le denomina Saros 119?
El eclipse de abril se denomina Saros 119 debido a su periocidad y frecuencia. Estos eclipses pueden suceder hasta 5 veces al año aunque no son visibles en todo el mundo. Saros 119 forma parte del ciclo 119 de Saros, repitiéndose cada 18 años, 11 días y conteniendo 71 eventos. Todos los eclipses de esta serie ocurren en el nodo ascendente de la luna, y la serie comenzó con un eclipse parcial el 15 de mayo de 850 d.C. El próximo evento de esta serie tendrá lugar el 11 de mayo de 2040 con otro eclipse parcial, y el último se dará el 24 de junio de 2112.
La energía de los eclipses
Pese a que se trata de un fenómeno astrológico con explicación científica, a lo largo de la historia hay quienes han aprovechado el misticismo de los eclipses y su energía. Los eclipses solares están asociados a los cambios, tanto positivos como negativos, y a la autoobservación. A lo largo de los tiempos se les ha relacionado con los cambios y las transformaciones profundas. Además, también se tiene la creencia de que magnifican la energía de la luna, puesto que siempre ocurren con la luna nueva.
Este efecto de los eclipses en las personas viene dado por la creencia de los efectos de las fases lunares, concretamente de las lunas llenas. Según algunos estudios, la frecuencia que emana la luna llega a tener influencia en el control de las emociones, sentimientos y deseos.
