Mono

La personalidad del mono es un reflejo de la bondad, de la protección y del dolor, es una combinación compleja pero que se traduce en felicidad, en valentía y en compasión. Por tanto, es una personalidad envidiable, que todos desearíamos tener. Todo hace que las personas que se sienten identificadas con el mono posean una envidiable fortaleza a la hora de centrarse en la consecución de sus propósitos con una actitud positiva por encima de todo lo demás. Es, como un luchador innato.

No obstante, debido su autoexigencia, encontramos algunos significados negativos en la simbología del mono, que en cierto modo, están vinculados con el proceso de gestión emocional, pues en torno a su figura la insatisfacción, el querer más y la ambición pueden jugarle malas pasadas hasta el punto de perder el equilibrio emocional, y eso es algo que se debe corregir.

Por otra parte, el mono es un guía espiritual que hace alusión al orgullo, a esa sensación de satisfacción y superación personal de lograr lo deseado. Por tanto, este animal viene a darnos fuerzas, a darnos sosiego en nuestros perores momentos. De esta forma, esta cualidad en un principio negativa, deja de serlo si tenemos en cuenta que lo que busca es hacernos sentir mejores.