Seguramente no es la primera vez que te dicen que tienes que ser más positivo, que mirando el lado bueno de las cosas los problemas se relativizan. Incluso puede que tú mismo sepas que la forma que tienes que de mirar al mundo no te beneficia en absoluto, y aún así no puedes dejar de hacerlo. Ser positivo y optimista es una forma de vida. Nuestra psicología y modo de ser no resulta fácil cambiar, pero si le ponemos esfuerzo, como todo en la vida lo podemos conseguir. ¿Nunca te ha pasado que cuando estás contento parece que todo te sale mejor?
Las quejas, los malos entendidos y la culpabilidad solo te llevarán a caminos de sufrimiento. Pararnos a pensar en todos los problemas que nos evitaríamos si no los creáramos, nos puede ofrecer una nueva perspectiva de cómo podría ser nuestra vida solo si nos centrásemos en el lado bueno de las cosas. Y es que, todo tiene su parte buena y su parte mala, aunque nos cueste verlo. Está claro que los problemas existen y que la vida no es un camino de rosas. Pero en la negatividad hace que no podamos ver las rosas que nos encontramos en nuestro camino. Eso que nos hace felices lo tapamos con la negatividad que tenemos en nuestra cabeza.
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Lo que tienes que tener claro es que ser más feliz es posible y solo depende de ti. Si no sabes por donde empezar, en este artículo te damos algunas claves para que empieces a ver el lado positivo de las cosas y a ver todo lo bueno que tiene la vida tiene para ti.
Consejos para ver el lado positivo en cada momento
Y si no crees mucho en estas cosas y eres más bien de ciencias, te diremos que en el cerebro, los pensamientos negativos atraen más negatividad. Por eso es importante controlar los pensamientos, porque nuestros pensamientos influyen y mucho en nuestras emociones y si piensas en negativo solo tendrás negatividad en tu vida.
Despídete de las quejas
Dicen que la gente que funciona plenamente no se queja nunca, y a esa afirmación no le falta razón. Piensa en todo el tiempo que perdemos al día quejándonos de cosas que no tienen solución. Nos quejamos porque hoy llueve o porque no he podido dormir casi esta noche. Esto lo único que puede provocar en nosotros es tener más mal humor. Porque en muchos ambientes la queja se convierte incluso en una competición, y si uno está enfermo yo lo estoy más. ¿De verdad competimos por quién se siente peor? ¿No tendría que ser al revés?
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Las quejas solo nos hacen centrarnos en lo malo de las cosas, y seguramente, por nuestro lado pasan miles de cosas buenas que no vemos porque estamos ocupados quejándote. Si un día te sientes más cansado, no te empeñes en comentarlo a todo el mundo, solo agrandarás el malestar. Permanecer un tiempo sin quejarse puede tener grandes beneficios para nuestra salud, así que ¿por qué no intentarlo?
Aprende de tus errores
Esta es una de las claves para ver el lado bueno de las cosas y ser más positivos. No hay nada como aprender de los errores y, normalmente cuando nos equivocamos o cuando sufrimos alguna desgracia la pena nos atrapa. Lo que está claro es que hay circunstancias que vivimos que son muy desagradables. En otras ocasiones, la culpa nos acecha por no haber hecho las cosas como toca, y claro, así es complicado sentirse bien.
Pero todo en la vida tiene su recompensa, y la verdad es que, si no te equivocas no aprendes, igual que si no sufres no te conoces a ti mismo. Las desgracias nos ayudan a ser mejores personas, a tener más fuerza y a tomar mejores decisiones la próxima vez.
Por eso, cuando algo malo suceda no te dejes llevar por la tristeza. Observa el problema y mira cómo lo puedes solucionar. Y si no hay solución, sigue adelante. Aceptar lo malo que viene y saber que no lo puedes cambiar, solo levantarte de la caída, también es mirar el lado bueno de las cosas.
