Hemos escuchado hablar de los beneficios de la meditación para niños, de cómo sus técnicas de meditación ayudan al bienestar mental y físico de quienes lo practican. Pero, ¿realmente es buena la meditación infantil para niños con necesidades especiales? ¿Puede ayudar la meditación a niños con autismo? Descubre cuáles son los beneficios que aporta la meditación a niños autistas y que tienen dificultades en la comunicación y la relación con la sociedad.
4 claves de la meditación para niños autistas
La meditación está siendo practicada con niños con autismo, pero también se está estableciendo la meditación para ayudar a niños con hiperactividad. Entre los beneficios que aporta podemos encontrar que les ayuda a reducir los altos niveles de estrés, mejora la respiración y crea una rutina positiva, pero destacamos 4 razones por las que enseñar a meditar a niños con autismo es una buena práctica.
1. Disminuye los episodios de agresión
La mayoría de los niños autistas no saben cómo controlar sus emociones y necesitan a menudo orientación emocional. Con la meditación los niños trabajarán herramientas de autocontrol para reducir los episodios de agresión y sus respuestas impulsivas ante situaciones de ansiedad y de estrés. Meditar ayudará a niños con autismo a centrarse en el presente, lo que disminuirá los episodios de agresividad e ira.
2. Mejora su equilibrio emocional
La meditación y el autismo infantil son dos conceptos que van ligados de la mano. Por una parte, meditar ayuda a ejercitar su cerebro y por otra, ayuda a obtener una gran mejora en su equilibrio emocional. La práctica meditativa mejora el desarrollo de sus emociones y les enseña a expresar sus sentimientos en su día a día.
3. Controla la ansiedad y el estrés
La meditación no puede terminar con este desorden, pero sí puede ayudar a los niños que lo padecen a encontrar la paz interior y lidiar contra el estrés y los problemas de conducta. Tras meditar los niños con autismo se sienten más relajados y menos ansiosos.
4. Aumenta estados de ánimo positivos
Para que un niño autista se sienta más feliz al meditar no se requieren grandes esfuerzos ni largos periodos de concentración. ¿Por qué se siente más feliz? La respuesta es muy simple. Cuando un niño autista está estresado o su equilibrio emocional varía afecta directamente a su estado de ánimo. Con la meditación se intenta combatir el estrés, los episodios de agresión y mejorar el equilibrio emocional, lo que equivale a un aumento favorable de su estado de ánimo.
Las investigaciones realizadas hasta el momento aseguran que la práctica de la meditación para niños con autismo puede aportar numerosos beneficios. Las técnicas de respiración y el control de sus posturas puede favorecer en su actitud, llegando a alcanzar un mayor autocontrol y permanecer más tranquilo y con menos ansiedad. La meditación ayuda a los niños autistas a aprender a calmarse y a tomar decisiones correctas para terminar con los arrebatos que a menudo tienen.