La meditación guiada para niños es una práctica que cada vez se utiliza más en las escuelas y sus efectos impactan de forma muy positiva en el comportamiento de los pequeños. Pero no solo se practica en las escuelas. Cada vez son más los padres que practican la meditación con sus hijos. ¿Pero qué ocurre con los padres que no saben cómo enseñarles a meditar? ¿Cómo hacemos que los niños incorporen la meditación infantil en su rutina? Para enseñar a meditar a los más pequeños solo tienes que seguir estas 5 claves que encontrarás a continuación.
1- Sé un ejemplo para ellos
Lo más importante para que los niños lleguen a un alto estado de meditación antes de dormir o en cualquier momento del día es que los pequeños te vean de referencia y quieran seguir tus pasos. Los niños siempre se fijan con atención en las actividades de los adultos y, por ello, practicar la meditación puede ayudarte a darles un buen ejemplo de cómo incorporar la meditación a la vida cotidiana de los más pequeños.
2- Ten mucha paciencia
A los niños les cuesta estar quietos y callados, son curiosos y se distraen con facilidad. Así que lo perfecto sería que practicasen la meditación unos 4 o 5 minutos al día. Hay que enseñarles a permanecer en silencio durante esos minutos y la necesidad de conectar con su yo interno.
3- Encuentra el lugar idóneo
Tienes que crear un lugar especial para meditar, un lugar que sea tranquilo y que en el que se sientan cómodos.
4- Ayúdales a no distraerse
Para llegar a la paz interior necesitas practicar la meditación en un lugar tranquilo sin distracciones. Pero cuando empiecen a meditar es muy probable que haya sonidos y movimientos que los distraigan. Tienes que enseñarles a imaginarse el sonido del mar para relajarse, a prestarle atención a su cuerpo y entorno, ignorando las distracciones .
5- Haz que se diviertan meditando
Una de las formas más rápidas para que los niños aprendan a meditar y nosotros educar en emociones a los niños es a través de los juegos. Así que si puedes incorporar ejercicios divertidos de meditación será genial. Puedes buscar algo que le entusiasme y conectar la meditación desde ese lugar divertido.
La meditación guiada para niños es la forma más sencilla para guiar la mente de los más pequeños y que lleguen a alcanzar una autoestima alta y un estado de paz y tranquilidad. No es necesario que realice una meditación guiada un profesor o alguien especializado en la práctica meditativa.
Siguiendo estos consejos de meditación, cualquier persona puede realizar una meditación guiada, los niños estarán mucho más centrados y relajados en su vida cotidiana. Ellos solo tienen que cerrar los ojos, respirar como se les ha enseñado y concentrarse en las instrucciones que les dan.
Existen claras diferencias entre la meditación tradicional y la meditación guiada para niños. La meditación tradicional siempre busca llegar a un estado de silencio absoluto para adquirir de manera más rápida los beneficios que ofrece la práctica meditativa. Por su parte, la meditación guiada tiene como objetivo principal saber escuchar y centrar toda la atención en lo que se está escuchando, por eso la práctica de la meditación guiada es más sencilla para los niños. Ellos no tienen suficiente experiencia para meditar solos y necesitan una persona que les guíe hacia un estado profundo de meditación.