Todos los animales guardan un significado espiritual. Cada animal es la representación de una idea o concepto, incluso de un rasgo de personalidad. Por ello, hoy vamos a revelar qué hay detrás del significado espiritual del gato y si es cierto que simboliza el poder de lo positivo. La primera respuesta es afirmativa, y es que los gatos en la cultura egipcia eran un reflejo del buen poder, motivo por el cual este animal fue venerado por dioses y diosas, como Bastet, que en su representación adoptó una cabeza de gata.
Todo esto es lo que ha llevado al gato a ser considerado como un animal sagrado, alejándose así de todas las connotaciones negativas que tiene el gato. En este lado negativo, hablamos de ese odio, rencor o envidia que ha ido tradicionalmente arraigado a este animal, que lejos de lo que se piensa, se estima que podría llegar a ser un excelente defensor de la negatividad, atrayendo así las buenas energías y alejándose de esas creencias que lo han posicionado como "el animal que abre las puertas del inferno". Sigue leyendo para saber más sobre el simbolismo del gato y sus connotaciones espirituales, entre ellas, la de la protección.
El significado del gato en la cultura china y japonesa
¿Has visto en alguna ocasión un gato de la suerte o de la fortuna? El famoso Maneki-neko es una representación de un gato en la cultura japonesa, y se estima que sirve para traer la buena suerte en la persona que lo posee. Sin embargo, en función de la postura que adapte este gato, representará un concepto u otro. Por ejemplo, si es su mano izquierda la que tienen en alza, será un reflejo de las visitas, mientras que si es su mano derecha la que tiene en alza, se estima que de este modo atrae la fortuna.
Heredado de los egipcios, la cultura china adoptó el significado del gato, llegando a ser representado también con la forma de este animal el Dios Li Shu.
El gato para la población china representa el amor, la pareja ideal y la fortuna o el dinero.
El significado del gato en la cultura egipcia
Tal y como hemos comentado, el gato para los egipcios era un animal de poder, vinculado a cualidades como la maternidad o la sensualidad. Por lo tanto, podemos decir que su simbolismo se vinculaba con lo divino. Aunque esta cultura, en su lado negativo, estableció connotaciones negativas para el gato como la destrucción o la venganza entre otros.