Personas envidiosas y falsas

Personas envidiosas: cuando los celos no nos dejan ver

A veces es inevitable asociar la envidia a las personas tóxicas. En ocasiones un sentimiento como la envidia puede ser positivo, de ahí la famosa envidia sana que sentimos cuando nos alegramos por los logros de alguien aunque nos gustaría estar en su piel; pero la envidia destruye mucho más de lo que construye. Somos incapaces de ver en realidad cómo son las cosas y actuamos sin pensar las consecuencias que eso puede tener. Así, la envidia y los celos forman una pareja excelente que se lleva por delante todo lo bueno de las pequeñas cosas. Por eso, es importante saber cómo son las personas que actúan bajo la envidia y detectar en la medida de lo posible ese momento en el que los celos se apoderan de la persona y la convierten en una persona envidiosa. 

Cómo saber si una persona es envidiosa

Por suerte la envidia emite unas señales difíciles de disimular, así que será relativamente fácil identificar a un envidioso. Por ejemplo, si cuando les cuentas algo rápidamente te chafan la ilusión que te provoca un acontecimiento o una situación. Pueden hacerlo directamente o utilizar para ello la indiferencia. Además, en ocasiones estas personas son incapaces de expresar sus sentimientos y esta retracción influye Las personas envidiosas le quitan importancia a tus logros y se encargan de desanimarte de forma continua, siempre le encuentran un “pero” o un fallo a cualquier idea que tengas. Al mismo tiempo, estas personas no son capaces de gestionar las emociones, por lo que en más de una ocasión observaremos como sus impulsos les delatarán.

Cómo saber si una persona te tiene envidia

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A la hora de ayudarnos siempre se mostrarán dispuestos a trabajar codo con codo con nosotros, pero a la hora de la verdad desaparecerán con excusas del todo inverosímiles. Y no solo te negarán esa ayuda que te han ofrecido, sino que las personas envidiosas intentarán hacerse con tus méritos. ¿Te suena de algo el “sin mi no lo hubieses conseguido”? Es el mejor ejemplo de robo de méritos. Y si aún así ven que las cosas te van bien en la vida desaparecerán repentinamente de tu vida, será como si se hubiese volatilizado para evitar que tu felicidad le recuerde sus problemas y frustraciones.

Comportamiento de las personas envidiosas

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También podemos saber si una persona es envidiosa en función de las crítica que hace. Una crítica que es doble, a ti y a los demás. Quienes sienten envidia te critican en público, a tus espaldas, unos comentarios negativos que te hieren. Y de la misma forma que habla mal de ti cuando no estás delante, en tu presencia lo hará de terceros. Difícilmente serás la excepción de la que habla bien. Esto también delata la incapacidad de estas personas para saber qué son y detectar los sentimientos, porque sus reacciones cada vez están más asociadas con los sentimientos negativos y se van retroalimentando.  Una última pista que te ayudará a identificar a un envidioso es que se “alegrará” de que las cosas te van bien, pero en realidad es una alegría totalmente artificial, que denota que se muere de envidia.

Todo lo que la envidia provoca en las personas

Más allá de rodearnos de personas tóxicas, que nos impedirán avanzar en la vida al ritmo que nos gustaría, la envidia tiene serios efectos en la salud física y psicológica de quienes la padecen. Una de las consecuencias de ser una persona envidiosa más preocupante es el hecho de sufrir uno de los tipos de ansiedad e incluso el estrés: una boca seca, el corazón que late a un ritmo más rápido del habitual, fatiga, temblores, mareos, problemas para concentrarnos y un nivel superior de adrenalina y cortisol no son precisamente lo que mejor le viene a tu salud.

Efectos que tiene ser una persona envidiosa

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Tampoco los problemas estomacales fruto de esa envidia, que en los casos más extremos pueden dar paso a úlceras, o los problemas en las vías respiratorias causados por la pérdida de defensas al obsesionarnos de esa manera con otras personas. La envidia también puede traducirse en burxismo, ya que rechinamos o apretamos los dientes.

Otro de los efectos de la envidia sobre nuestra salud es que, al estar más tensos, adquirimos peores posturas corporales, una tensión que también nos produce problemas de espalda, cervicales o rodillas llegando a darse casos de espasmos musculares. Todo ello sin olvidar que no descansamos como deberíamos porque el cuerpo está tenso, no comemos como deberíamos ni el cuerpo aprovecha los nutrientes que ingerimos. La envidia es adictiva, como una droga, pero si podemos evitarla mejor que mejor.

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Pau Sisternas

Graduado en Periodismo y comunicación por la Universitat de València. Postgrado en formación del profesorado de Español como Lengua Extranjera. Periodista, blogger, community manager, apasionado del deporte y atleta en mi tiempo libre. De Valencia, intento vivir de lo que más me gusta escribiendo en blogs. Aficionado a cualquier deporte, adicto a las series, creo que las películas se disfrutan más con palomitas. Aunque suene a tópico, a mi también me gusta leer, viajar y la buena comida.

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