Todas las percepciones que tenemos sobre nosotros mismos, nuestros pensamientos, sentimientos o comportamiento dirigidos hacia nosotros y nuestra manera de ser forman parte de la autoestima, la percepción que tenemos de nosotros mismos. Las personas con una autoestima baja se siente mal consigo mismas, no se valoran como deberían, lo que se refleja en su salud física y psicológica, pero también en la forma de relacionarse con otras personas y con su entorno. A continuación para saber todo lo relacionado con la autoestima baja vamos a ver cuáles son algunas de las características de las personas con autoestima baja y que podremos observar realmente con facilidad:
Críticos con los demás
El primer paso para saber cómo son las personas con autoestima baja es conocer los principales síntomas de la autoestima baja sobre todo si lo que queremos es mejorar como personas, pues esta crítica tiene una doble vertiente. Por una parte, el disfrute con la crítica y el menosprecio a los otros, especialmente si los consideran más exitosos que ellos. De hecho, reflejan en el otro la -mala- imagen que tienen de sí mismos en una crítica nada constructiva. La otra vertiente es la crítica al otro cuando algo sale mal. Lo más fácil es buscar un culpable que utilizarán como escudo para defender su inocencia. Muchas veces suele ser una crítica impotente, pero no se dan cuenta de ello.
Los reyes del camuflaje
Uno de los riesgos que se corren al tener la autoestima baja es la en falta de confianza en uno mismo. Por eso se camuflan siempre que pueden, siguiendo al grupo en busca de su aceptación. No creen que puedan ser aceptados por sí solos, así que se mimetizan en el grupo en busca de ese aprecio que, a su juicio, no encontrarán de otra manera. Para pasar tan desapercibidos como sea posible también evitan llamar la atención, no les gusta recibir cumplidos y consideran que no son dignos de ellos. En ese intento por llamar poco la atención también evitan a toda cosa tener que expresar sus sentimientos siempre que sea posible.
Han descuidado su aspecto
Muchas veces nuestra alma se ha dejado llevar por la toxicidad y la crítica hacia los demás se centra en la apariencia, cuando las personas con la autoestima baja son los primeros en descuidar su aspecto. Esta falta de cuidados puede manifestarse de diferentes maneras, desde la dejadez a la hora de arreglarse o vestirse hasta cierto problemas de higiene personal. Y en ese afán por integrarse en la manada dejarán al margen sus gustos o estilo y elegirán uno que les permita sentirse parte del grupo.
Siempre se quejan... y siempre tienen la razón
Otro comportamiento frecuente se suele dar entre las personas con autoestima baja es la queja constante ante cualquier situación. Además de protestar a la mínima ocasión que pueden, disfrutan de hacerlo. Por muy perfecto que nos parezca una cosa, se obsesionarán con ese pequeño fallo y se quejarán sin parar. Uno de los motivos por los que pueden quejarse es porque no les demos la razón. Siempre que pueda lo demostrará e insistirá en ello, una actitud que desde su punto de vista reforzará su autoestima pero que en realidad esconde dificultades de aprendizaje o relaciones sociales. Si alguna vez sientes que has caído en este error, debes saber que uno de las claves para potenciar la autoestima y revertir esta situación es la de ser responsables con lo que hacemos, consecuentes.
En ocasiones hablan de sí mismos
Aunque hemos dicho que uno de los objetivos de las personas con la autoestima baja es pasar tan desapercibidos como puedan, hay casos en los que disfrutan hablando de sí mismos, aunque en la mayoría de ocasiones se trata de un discurso que nos aporta poco o directamente nada. Por ejemplo, cuando presumen de algo que difícilmente será verdad, con grandes promesas que les permiten vivir durante unos instantes la autogratificación de presumir.
El otro caso en el que suelen hablar de sí mismos es cuando hay miedo a ser ignorado -algo muy diferente a pasar desapercibido-. Les preocupa no poder decir la suya, que los vean y los escuchen, aunque su discurso esté totalmente vacío y no aporte nada a nadie. Se centran en la forma -hablar- y no en el contenido -lo que dicen-, de forma que reafirman su existencia ante la imagen que tienen de sí mismos de una persona muy poco relevante.