Resulta extraño pensar la cantidad de veces que nos boicoteamos a nosotros mismos. Y es que, conscientemente nadie pondría trabas a nuestros propios deseos o metas, y sin embargo, los humanos practicamos el autoboicot más a menudo de lo que podríamos creer. Por suerte o desgracia, la mente humana es muy compleja y el miedo aparece tanto para lo malo como para lo bueno. Es precisamente este miedo, lo que hace que practiquemos el autoboicot más de lo que querríamos. Y en esta situación, es nuestra autoestima la que tiene todas las de perder.
Si aún no sabes qué es el autoboicot, trata de como nosotros mismos nos ponemos zancadillas y nos convencemos de que no seremos capaz de conseguir lo que queremos. Puede ser en el amor, en el trabajo o en los estudios, el caso es convencerse de que no somos suficiente para nuestros deseos y hacemos todo lo posible por demostrarlo.
Los dos momentos en los que siempre practicamos el autoboicot
Si bien es cierto que existen un sinfín de situaciones en las que nos boicoteamos a nosotros mismos sin apenas darnos cuenta, también es verdad que se pueden resumir en dos momentos principales. Una de las graves consecuencias del autoboicot es que no nos damos cuenta de que lo estamos haciendo, por eso, conocer cuándo lo hacemos podrá darnos las mejores pistas de cómo dejar de hacerlo.
En el amor
Boicotearse en las relaciones de pareja es algo que sucede más a menudo de lo que nos gustaría. Nos pasa mucho y no solo lo sufrimos nosotros mismos, sino que muchas veces, hacemos que lo sufra la otra persona implicada. Existen un sinfín de formas de boicotearse en el amor, así que lee atentamente porque puede que te suenen algunas.
Puede ser miedo a no encontrar pareja, al compromiso, a la intimidad, al rechazo... al final es miedo al amor. Para empezar, muchas personas dicen querer una relación pero sin embargo, no hacen nada por buscarla. No es necesario buscar pareja desesperadamente, pero si nos quedamos en casa, si nuestro círculo social está reducido al máximo y no hacemos nada por conocer gente nueva, seguramente esa pareja no aparecerá. Otras situaciones comunes en las que nos boicoteamos en el amor son las de pensar que no vale la pena. Has conocido a alguien especial y tienes ganas de conocerla y pasar más tiempo con ella, pero te da miedo que esto quite tu individualidad, o lo que es peor, que te conozca y se canse, así que te convences de que no es para ti. Es la etapa de la relación de los peros, la rarezas y torpezas que terminan por estropear la relación.
Cuando tienes éxito
Pues sí, el ámbito laboral es el otro aspecto donde el autoboicot se manifiesta más frecuentemente. Esto suele pasar a personas muy perfeccionistas, que se exigen mucho a sí mismas y no son capaces de aguantar esa presión de no tener todo bajo control. Una de las primeras cosas que sucede cuanto tenemos éxito es que nos desbordamos y descontrolamos en muchos sentidos. Si una persona se ha criado en un ambiente muy rígido, donde todo tiene que hacerlo bien y tener todo planificado, puede que no soporte esta situación.
Por otra parte, la confianza y la autoestima también juegan un papel importante en este punto. Los pensamientos negativos y recurrentes del tipo " no me lo merezco" o " no sirvo para esto" pueden atormentar la mente de la persona hasta llevarle a no conseguir lo que desea, por muy capaz que sea. La persona que tiene éxito y baja autoestima se siente un fraude, y piensa que en cualquier momento será descubierto.
Cómo dejar de autoboicotearse
Los pensamientos negativos son la base del autoboicot. Puede que después de una larga jornada de trabajo te vengan a la mente frases que te desmotivan e incluso te infravaloran. Aprender a identificarlos y a recurrirlos será la base para que este autoboicot desaparezca.
Lo primero que hay que hacer para dejar de autoboicotearse es darse cuenta de que está pasando. Si notas que tienes muchos pensamientos de este tipo no dejes que se vayan ni intentes pensar en otra cosa.
El segundo consejo para dejar de autoboicotearse está relacionado en cómo eliminar los pensamientos negativos. Lo que podemos hacer es intentar anotar dichos pensamientos e intentar razonarlos. Puedes hacerlo solo o con un amigo de confianza, que sepas que te va a ser sincero. Juntos podréis darle la vuelta a los pensamientos y seguir el camino hacia el éxito.