El mundo de las fobias es tan apasionante como aterrador. Se trata de miedos irracionales que controlan por completo a la persona que las padece, cambiando su modo de vida y limitándola completamente. A pesar de que la persona que sufre la fobia tiene la sensación de estar un poco perturbado, hay algunas fobias muy comunes y que padecen la mayoría de seres humanos.
Los 4 tipos de fobias más habituales
Hoy vamos a hablar de las fobias más comunes y habituales en las personas para conocerlas una a una y comprobar las causas que las justifican. Así, si creemos que por alguna razón estamos sufriendo una fobia podremos sentirnos identificados y sabremos si ese es nuestro mismo caso a través de su significado y síntomas. Toma nota y descubre cuáles son las fobias más habituales y frecuentes en las personas.
Aracnofobia
Se trata de la fobia más frecuente entre los humanos y se basa en un miedo intenso hacia las arañas. No hay que confundir el miedo a que una araña te pique con la fobia a las arañas, pues esta última es mucho más intensa y produce un malestar horrible.
La aracnofobia como tipo de fobia en sí, está catalogada dentro de las fobias a los animales. Entre los síntomas de la aracnofobia podemos encontrar la sudoración excesiva, taquicardia, náuseas o incuso vómitos. Las personas con aracnofobia evitan todo tipo de situaciones o lugares en los que podrían encontrar arañas. La técnicas de meditación y la exposición, poco a poco, a estos animales, son las tácticas más utilizadas para poder tratar la fobia a las arañas. De esta forma, el paciente podrá hacer vida normal sin sufrir estos miedos tan intensos y tan incontrolables.
Astrafobia
Son muchas personas las que tienen miedo a las tormentas, y por eso, no es de extrañar que una de las fobias más comunes del mundo sea precisamente esta. La astrofobia es habitual en niños y los estímulos que la preceden suelen ser los truenos o los relámpagos. Una persona que padece astrafobia tiene a conductas de evitación y de huida al encontrarse en una tormenta. Viene siendo habitual que la persona grite después de escuchar un rayo o se esconda bajo una mesa. Entre los síntomas principales de la astrafobia se encuentra la sudoración, taquicardias o náuseas. Por eso, no es de extrañar que la astrafobia también esté ligada con un tipo de ansiedad porque realmente la situación para la persona que la sufre llega a ser desesperante.
Acrofobia
Se trata de el miedo extremo a las alturas, que lleva a quien la experimenta a situaciones de malestar y pánico que resultan de lo más desagradable. Suele pasar cuando la persona que la sufre se encuentra en un lugar elevado, y aunque a menudo le llamamos vértigo, en realidad el término adecuado es acrofobia. Así, los síntomas que indican la acrofobia o miedo a las alturas son: dolor de cabeza, pérdida de control, pánico, agitación o taquicardias. La terapia psicológica y la exposición pueden ser un tratamiento básico para superar la fobia y que esta pueda remitirse para llevar una vida normal.
Claustrofobia
Es sin duda uno de los miedos más comunes y se basa en el pánico a los lugares cerrados. Las no pueden aguantar subir a un ascensor, por ejemplo, o meterse en una cueva. No hay que confundir la claustrofobia con la cleitrofobia, que es el miedo a quedarse encerrado. Y es que, la persona que sufre claustrofobia, ni podrá viajar en metro ni pasar por un túnel.
Su origen puede estar en un episodio de la infancia en un lugar cerrado y oscuro, que puede haber hecho que la persona en cuestión desarrolle esta fobia. De todos modos, no se trata de una condición indispensable, ya que muchas personas pueden desarrollar claustrofobia, sin necesidad de haber vivido una experiencia de este tipo.
Del mismo modo que el resto de fobias, con psicoterapia y la exposición al estímulo en sí, el tratamiento para la claustrofobia puede ser muy efectivo. De este modo, se puede superar una fobia y dejar de interferir en nuestra vida.
