Seguro que, de pequeños, más de uno ha experimentado miedo a las tormentas. Es algo bastante común. También en animales. No obstante, cuando ese miedo se extiende en el tiempo y aumenta su intensidad, entonces podemos hablar de una fobia, concretamente la brontofobia, y de ello vamos a hablar en las siguientes líneas. La fobia a las tormentas, a los relámpagos y a los truenos. Una fobia bastante común en realidad, pero que en los casos más severos la persona puede inhibir su capacidad de participar o realizar tareas simples como salir a la calle o realizar cualquier actividad cerca de una ventana.
Síntomas de la brontofobia
Los síntomas de la fobia a las tormentas son similares a los de cualquier otro tipo de fobia. El desencadenante puede ser un simple trueno o un relámpago. Ante esto, la ansiedad empieza aumentar. Si la persona que padece la brontofobia la padece de forma leve, bastará con cerrar ventanas y persianas, moverse al centro de la casa y distraerse.
No obstante, cuando estamos ante casos severos de esta fobia, pueden desatarse ataques de pánico. Sudoraciones, palpitaciones, mareos e hiperventilación harán su aparición, creando situaciones de verdadera angustia.
Cómo superar la brontofobia
Ante todo, hay que tener claro que, como cualquier otra fobia, la brontofobia se basa en pensamientos catastrofistas que nada tienen que ver con la realidad. Así pues, una de las mejores formas de superar la brontofobia es intentar investigar y aprender un poco más sobre las tormentas eléctricas.
Datos como saber por qué se originan, así como observar que son realmente pocos los accidentes como resultado de la caída de un rayo, sobre todo en las personas que están dentro de un edificio, pueden ser de mucha utilidad.
A raíz del conocimiento, es mucho más sencillo trabajar en la sustitución de los pensamientos negativos por pensamientos positivos. Creer que, en una ciudad, dentro de un edificio o en un coche, seremos víctimas de la caída de un rayo es poco probable. Por tanto, intenta racionalizar esto y sustituir tus pensamientos catastrofistas por otros más reales.
Un recurso muy bueno para evitar este miedo irracional a las tormentas ante el molesto ruido es escuchar música. Quizá no se esté haciendo frente a la fobia en sí, pero si el ruido de las tormentas te inquieta, siempre puedes escuchar tu música favorita usando unos cascos. Ahora bien, intenta que no resuene en tus oídos. Siempre con un volumen normal. Además, el uso de tapones de goma puede atenuar mucho el sonido de las tormentas. Si tienen lugar por la noche, cuando estás en la cama, estos tapones te ayudarán a conciliar el sueño fácilmente.
No nos olvidemos de que además de los pensamientos negativos e irracionales, también es necesario controlar y superar la ansiedad. Tenemos que centrarnos también en este aspecto, que suele centrarse en una respuesta corporal. Así, aprende trucos para calmar esa ansiedad ocasionada por la brontofobia. Por ejemplo, intenta controlar la respiración. Respira poco a poco. Si estás en pleno ataque de pánico, intenta respirar en una bolsa por unos minutos. Esto te ayudará a relajar la mente y a calmarte.
Por último, hay que señalar que, como toda fobia, la brontofobia debe ser evaluada por un especialista. La terapia psicológica que suelen ayudar en estos casos es la terapia cognitivo conductual.
Estas terapias, intentan realizar una modificación de las creencias irracionales, sustituyéndolas por otras más realistas. Por otro, cuando tenemos ya más información y podemos racionalizarlo todo un poco mejor. Cuando hemos aprendido un poco a controlar la ansiedad con algunas técnicas, se nos expondrá a la situación de estrés en sí. Una terapia de choque que logrará que esas tormentas, poco a poco, nos den menos miedo y podamos hacer una vida normal sin necesidad de preocuparnos por ellas.
