Aracnofobia, agorafobia, aerofobia... todos hemos oído hablar de estos miedos intensos e irracionales que poseen determinadas personas, e incluso todos conocemos a alguien que padece alguna fobia o un trastorno de estas características. Si quieres saber qué son las fobias, te diremos que se trata de un trastorno frecuente que, aunque no es considerado como grave, sí que puede acarrear consecuencias negativas a la persona que la sufre.
¿Qué son las fobias?
Para adentrarnos un poco más en el mundo de las fobias, deberemos saber que las fobias son miedos irracionales que están caracterizados por una fuerte ansiedad hacia un peligro que no es real. Si bien es cierto que todos sentimos alguna vez miedo a algunas cosas, las fobias nos impiden continuar con nuestra vida normal, lo que hace que tengamos graves consecuencias.
A menudo no sabemos por qué tenemos fobias. Normalmente las fobias encuentran su origen en los miedos, en aquellos que no se pueden expresar. Es decir, si no podemos mostrar miedo hacia una persona, por ejemplo, lo desplazamos hacia un objeto. De esta forma, vamos desarrollando el miedo a las alturas, a las arañas o a los espacios cerrados. Así empieza a consolidarse la fobia y a encontrar un temor del todo incontrolable. Por estos motivos se dicen que las fobias son trastornos de tipo psicológicos pero también emocionales en la medida que se manifiestan este tipo de miedos intensos.
La persona que tiene fobia a algo se queda paralizada ante el estímulo que se la provoca. Vive una situación de angustia que no puede controlar, y aunque es consciente de que su miedo no es real no puede hacer nada por no sentir ese pánico.
¿En qué se diferencian las fobias de los miedos?
Todos sentimos miedo en muchos momentos de nuestra vida, sin embargo no todos tenemos fobias. Y es que, el miedo como tal es una emoción primaria y básica, algo necesario y que también nos protege de situaciones peligrosas. Por ejemplo, podemos tener miedo a caminar por un callejón oscuro en un barrio peligroso, lo que hace que nos protejamos de cualquier cosa que nos pueda pasar. Sin embargo, la fobia no nos protege, sino que nos perjudica.
Para explicar bien la diferencia entre miedo y fobia, conviene que entendamos también el significado de ansiedad, pues está muy unido al de fobia. Sentimos ansiedad ante situaciones que anticipamos como peligrosas, es un miedo que nos avisa de un peligro inminente, por lo que la ansiedad también es adaptativa. Sin embargo, cuando un tipo de ansiedad resulta infundado, también resulta nociva.
En el caso de las fobias, la ansiedad se genera respecto a estímulos muy concretos y de modo totalmente irracional. Mientras que el miedo es indispensable para la supervivencia, la fobia no genera ninguna ventaja, todo lo contrario ya que creará limitaciones a la persona que la padece. Se trata de un miedo irracional e incontrolable, que se diferencia de la emoción del miedo en que nos limita más que nos ayuda.
Síntomas evidentes de las fobias
Aunque existen diferentes tipos de fobias, sea cual sea el estímulo que nos la genere, las personas responden con síntomas parecidos. No importa si es una serpiente, una araña o espacio cerrado, la persona que tiene fobia tendrá síntomas tanto emocionales como físicos que causan la fobia y que resultan muy desagradables, y que en ocasiones, pueden llevar a sufrir un ataque de pánico.
Las fobias afectan a nuestras emociones, acarrean ataques de ansiedad y de pánico de una forma abrumadora. Cuando alguien se encuentra en esta situación tiene una necesidad de huir que se convierte en su primer objetivo. Además, al darse cuenta que está fuera de sí, también puede sentir que se vuelve loco.
Por otra parte, entre los síntomas físicos de las fobias, podemos encontrar la dificultad para respirar, mareos, dolor estomacal, sudoración y presión en el pecho. Se trata de un momento en el que la persona se siente tan mal, que irá poco a poco, acrecentando el miedo hacia el estímulo en cuestión.