Miedo extremo a sufrir cáncer

Enfréntate a tu miedo a tener cáncer

En cierto modo, el miedo a padecer una enfermedad como el cáncer es normal. Nadie quiere estar enfermo, ni mucho menos enfrentarse a algo tan duro como un cáncer. No obstante, cuando el miedo pasa a formar parte de tu día a día ya hablamos de otra cosa. Cuando la idea de estar gestando ya algún tipo de cáncer te obsesiona y no te deja pensar en otra cosa, muy posiblemente ya no hablemos de un miedo. Muy posiblemente estemos hablando de una fobia, concretamente de la cancerofobia. La cancerofobia está dentro de las que se conocen como tipos de fobias específicas. Se trata de una situación de miedo extremo, con una respuesta exagerada, a cualquier síntoma físico que se relaciones con el cáncer.

Dos tipos de cancerofobia: evasión y obsesión

Ante una persona con cancerofobia, podemos encontrarnos con dos variantes. Por un lado, estarían las personas que tienen una respuesta de evasión ante el cáncer. Son personas que viven con angustia la idea de padecer cáncer. Es más, en muchos momentos están seguros de que lo padecen. Aún así, se niegan a ir al médico por miedo a que le den la noticia que tanto temen.

Por otro lado, estaría la cancerofobia obsesiva. En este caso, las personas que lo padecen tienen un miedo que se convierte en un trastorno psicológico severo, porque no hacen más que buscar información. Esta búsqueda de información ocupa gran parte del tiempo de sus días. Horas buscando síntomas en Internet, estudiando resultados de analíticas o incluso consultando a muchos médicos diferentes.

Cómo se puede reducir la ansiedad en la cancerofobia

Buscar una solución a la cancerofobia es posible, a pesar de que en muchos casos está asociada también con la hipocondría. Estas fobias son muy complicadas porque requieren un tratamiento específico. Aún así, hay formas de reducir la ansiedad ocasionada por la cancerofobia considerablemente.

La ansiedad puede desembocar en síntomas físicos como palpitaciones, tensión muscular, dolor de cabeza, náuseas, insomnio o fatiga. Es más, muchas personas pueden llegar a asociar esta sintomatología con un posible cáncer. Nada que ver. Aún así, la ansiedad como respuesta a la fobia al cáncer, reduce considerablemente la calidad de vida, por lo que hay que aprender a controlar la ansiedad para eliminarla paulatinamente.


Lo primero que debe hacer para calmar la ansiedad y reducir ese miedo obsesivo al cáncer es preguntarte si tus actuaciones o respuestas te están ayudando. Si eres de los que no va al médico, piensa en si te quedarías mucho más tranquilo con unos resultados en la mano. Si eres de los que busca información obsesivamente, piensa que, al hacerlo, lo único que consigues es aumentar tu fobia. En ambos casos, quizá lo mejor sea hablar con un único médico y exponer tus miedos para que finalmente te deje tranquilo. En los casos de cancerofobia leve, esto suele bastar.

Si la ansiedad no remite, quizá tengas que empezar a relativizar el riesgo de padecer cáncer. Nadie tiene un 100% de posibilidades de padecer un cáncer. Piensa en un cambio de vida. Quizá si cambias tus hábitos y consigues hacer más ejercicio, comer más sano y dejar de fumar, estés reduciendo considerablemente las posibilidades de padecer un cáncer.

Realizarte un seguimiento regular siempre ayuda a reducir la fobia al cáncer. Sin obsesiones. Intenta ir una vez al año para hacerte un chequeo. Piensa que la mayoría de las veces es posible diagnosticar un cáncer con tiempo, simplemente hay que hacerse revisiones controladas, y no necesariamente cada mes.

¿Cuándo es inevitable acudir a un profesional?

En el caso de que tu fobia esté interfiriendo en tu día a día. Si no eres capaz de concentrarte en otra cosa que en el cáncer. Si los ataques de pánico son constantes y no hay forma alguna de calmarte por tu cuenta. Definitivamente, en esta situación, deberías hablar con un especialista. Acudir al psicólogo puede tener grandes beneficios, así que no lo dudes.

Hay terapias específicas para eliminar ese miedo intenso a padecer cáncer y que pueden minimizar al máximo esta sensación, e incluso hacer que la fobia desaparezca.

Todo es cuestión de dar el primer paso, de ponerse en las manos adecuadas y aprende a controlarla.

Share this post

Mamen Palanca

Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad CEU Cardenal Herrera. Amplia experiencia en el campo de la redacción de artículos y reportajes de diferentes temáticas, destacando la psicología. Por este motivo, actualmente continúa su formación académica cursando los estudios de Grado en Psicología por la UNED, motivo por el cuál es una apasionada del campo de desarrollo personal y la gestión emocional.

[fbcomments]