Todo el mundo afirma querer ser feliz, pero la verdad que pocos lo intentan. Estamos tan ocupados en nuestra vida que cedemos nuestra felicidad a golpe de responsabilidades que hemos seguido automáticamente. El trabajo, la familia, las relaciones… cada persona basa su felicidad en uno o varias de estas cosas. De hecho, cuantas más cosas estén en nuestra lista, más oportunidades tendremos de no sentirnos frustrados. Cuando somos niños la felicidad es más asequible, pero cuando nos hacemos mayores las cosas se complican. Si quieres saber cómo ser más feliz, tendrás que cuidar ciertos factores que influyen en tu felicidad.
¿Qué influye en tu felicidad?
Está claro que la verdadera felicidad depende de ti mismo pero lo cierto, no te vamos a mentir, es que existen una serie de factores que influyen en el nivel de felicidad. Descubre qué cosas pueden aumentar el nivel de felicidad.
Tu personalidad
Todo lo que vivimos y aprendemos nos marca de cierta forma que nos hace tender más hacia un lado o al otro. Si quieres cambiar y ser más optimista se puede hacer, y no hay nada mejor que las herramientas que tienes en tu mano, para ser más feliz.
Nuestra forma de ser influye en nuestro nivel de felicidad. La forma en la que reaccionamos ante los problemas, que nos relacionamos, que aprendemos… todo influye y, la buena noticia es que, se puede mejorar.
El lugar donde vives
No todos podemos elegir donde vivir, por eso, puede que este factor no esté en tu mano, pero influye notablemente en tu felicidad. El entorno ejerce una influencia directa en las personas, nos quita y nos da energía. ¿No has escuchado alguna vez algo sobre los países donde más feliz se vive?
Por ejemplo, para alguien que siempre ha vivido en un clima soleado, estar en un lugar de frío donde apenas sale el sol en meses puede influir bastante en su ánimo y llegarse a sentir infeliz. La falta de energía que puedes sentir te influye en tu día a día y por supuesto, en tu nivel de felicidad.
Pero no solo el clima, sino tu casa, las cosas que tienes o incluso las personas con las que te relacionas pueden ejercer cierta energía positiva o negativa que influye en lo feliz que eres.
Tus propias exigencias
Querer que las cosas estén bien hechas no es nada malo, al contrario, si te consideras algo perfeccionista puede que simplemente te guste hacer las cosas lo mejor posible. Lo que pasa es que, a veces, nos pasamos de exigentes, hasta tal punto que esto puede atormentarnos.
Aceptar que hay cosas que no pueden ser perfectas o que no podemos arreglar no es conformarse, sino aceptar la realidad tal como es. Nadie es perfecto, y si no aprendemos esto, podemos atormentarnos continuamente.
Tus relaciones personales
Cultivar relaciones sanas, basadas en el amor y el respeto, es muy importante para ser feliz. Ten en cuenta que el amor, aunque no sea de pareja, es uno de los ingredientes para ser feliz. Tu familia, tu pareja o tus amigos pueden influir notablemente en lo bien que te sientes. Si estamos al lado de personas tóxicas, seguramente estaremos más atormentados y nuestro nivel de felicidad decaiga.
Para ser feliz es mejor estar con gente auténtica, que nos cuide y nos valore, y que nos aporte esa energía extra cuando la necesitamos, en lugar de arrebatárnosla.
La forma de pensar
Si una cosa está clara que separa a los optimistas de los pesimistas, está claro que podemos decir que los primeros son más felices. Y es que, más allá de la situación de cada uno, las cosas que nos pasan nos afectan de diferente forma. Por eso, un mismo hecho puede afectar de formas diferentes a dos personas.
Nuestros pensamientos son la clave de nuestras emociones, y nuestras emociones hacen que seamos más o menos feliz. Si ante un problema, nos decimos que no podemos solucionarlo, seguramente nos sentiremos abatidos. En cambio, si pensamos en positivo y tomamos las riendas, consigamos sentirnos mucho más realizados y más felices.