el significado de la felicidad

¿Qué es la felicidad?

Es una de esas grandes preguntas que se han planteado a lo largo de los siglos filósofos, escritores, psicólogos, grandes pensadores… y que tal vez ahora también surja en tu interior. Hay tantas definiciones de felicidad como personas en el mundo porque es un concepto tan amplio y personal que cada uno tiene su propia idea.

Estado de grata satisfacción espiritual y física. Esto es lo que significa el término felicidad según la Real Academia Española (RAE). Es cierto que gozar de buena salud y sentir paz con uno mismo y con lo que le rodea pueden ser dos “ingredientes” básicos de la felicidad pero ¿consiste únicamente en eso? Merece la pena hacer una pequeña reflexión sobre qué es realmente la felicidad, sobre todo para descubrir que el hecho de ser felices depende de nosotros mismos más de lo que creemos.

Concepto y significado de la felicidad

Dinero, éxito y reconocimiento profesional, relaciones personales y sociales satisfactorias… la felicidad no es algo tangible y no hay que confundirla con las emociones que van asociadas a ella como la alegría, el placer, la sensación de seguridad, el amor o la ilusión por un proyecto. Aun no sabiendo exactamente en qué consiste, todos intentamos alcanzarla. Tal vez ese sea el gran secreto: buscar la felicidad debería hacernos felices. Con distintas palabras, pensadores de todas las épocas la han considerado un “imposible necesario”. Buscamos la felicidad y deberíamos aprender a disfrutar de ese “camino” que implica la propia búsqueda.

Es un tema complejo pero si algo tienen en común las múltiples definiciones es la idea de que la felicidad está en nuestro interior y no en bienes materiales o éxitos de cualquier tipo. Existen muchos tipos de felicidad pero casi todas coinciden en la aceptación del propio ser y de sus limitaciones, armonía con lo que nos rodea y con la personas con las que compartimos nuestra vida, equilibrio entre lo que somos y lo que proyectamos ser…tal vez la felicidad sea eso.

Lo que piensan los filósofos de la felicidad


Basta echar un vistazo a la historia, la literatura o la filosofía para darnos cuenta que captar lo que es la esencia de la felicidad es algo que han intentado muchos.

Platón y Aristóteles coincidieron en la idea de que la felicidad depende más de cada individuo que de las circunstancias que le rodean. Según Platón, el mejor “plan para vivir feliz” es el que sigue un hombre que logra que “todo lo que lleve a la felicidad dependa de él mismo”.

Este sentido de responsabilidad de la propia felicidad está muy presente también en el pensamiento del filósofo alemán Kant que considera la felicidad como un “deber”, es decir, debemos trabajar para conseguirla y ser dignos de ella. Un siglo después, John Stuart Mill, creador de la teoría del utilitarismo, seguía la misma línea asegurando que para ser felices debemos huir del dolor, buscando el placer en todos los sentidos, aunque esto implique “limitar los propios deseos en vez de satisfacerlos”.

Si nos centramos en la filosofía oriental, en la que la meditación sobre el propio ser es uno de sus pilares básicos, la idea de que la felicidad está en nuestro día a día y en el equilibrio interior es constante. Lao Tzu, insistía en que solo podremos hallarla estando en paz con nuestro presente. Aunque resulte sorprendente, Ortega y Gasset, más de XX siglos después, coincide con el filósofo chino asegurando que esa ansiada felicidad se produce cuando nuestra “vida proyectada” coincide con nuestra “vida efectiva”.

¿Cómo alcanzar la felicidad?

Es el gran anhelo de todo ser humano y cada uno ha de encontrar su propio camino para lograr la felicidad. Psicólogos y filósofos dan algunas claves pero, por desgracia, no hay recetas infalibles. Lograr que prevalezcan en nuestro interior los sentimientos y las emociones positivas, sabiendo que las emociones negativas también forman parte de la vida pero se pueden superar, es sin duda una de las claves. Estar en paz interior para vivir plenamente nuestro presente siendo benévolos con nosotros mismos y con los demás podría ser también otra buena manera de emprender ese camino hacia la felicidad. No sabemos si Kant tenía razón y ser feliz es una obligación, pero seguro que, al menos, hay que intentarlo.

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Mariola Báez

Periodista, redactora especializada en temas de salud, psicología, nutrición, belleza y fitness, con más de 10 años de experiencia escribiendo sobre estos y otros temas.

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