En los tiempos que vivimos cualquiera sabe las partes básicas del cuerpo. Sabemos que tenemos una cabeza, un tronco y unas extremidades. Un corazón que late y un cerebro que manda órdenes al resto de nuestros órganos. El caso es que, aunque lo básico lo sabemos hay muchas cosas que se nos escapan, y más cuando nos ponemos a hablar del mundo espiritual. Y si para mucha gente es difícil situar la meninge, no digamos ya la diferencia entre alma y espíritu. Hoy en día se usan como sinónimos, y sin embargo, su significado es muy diferente. Si bien es cierto que varía dependiendo de determinadas culturas y creencias, podemos establecer algunos rasgos claros con respecto al alma y al espíritu, y establecer algunas diferencias entre ambos conceptos.
El alma, nuestra esencia inmortal
Uno de los conceptos más complicados de entender es el concepto de alma, y no es para menos, ya que engloba una gran cantidad de información. De hecho, llamamos alma a todo lo que forma un ser humano. Es decir, su alma es su forma de pensar, de actuar y de sentir. Además, el alma es una entidad aparte del cuerpo, es totalmente independiente y puede vivir sin él. De hecho, según algunas creencias, el alma sigue viva mientras el cuerpo esté sin vida. Y es que, precisamente, el alma es lo que sobrevive de nosotros, el cuerpo representa lo terrenal y lo mundano. No obstante, el alma se puede alimentar y fortalecer.
Pero no solo los seres humanos tienen alma, también la tienen las plantas y los animales. Se trata de la esencia de cada uno, engloba todo lo que uno es, su carácter, sus pensamientos, sus sentimientos...
El alma no es de nuestro mundo, sino que pertenece a un plano más elevado. Y es que, el alma también tiene sus edades. Una vez morimos ella sigue existiendo, nuestra esencia siempre permanece. La forma, cambia según algunas creencias. Para algunos pasa a otro plano de existencia, mientras que para otros, puede sufrir calamidades o evitarlas, según haya sido su comportamiento en nuestro mundo. Es una idea que conocemos como Karma.
El espíritu, nuestro motor de arranque
En muchas ocasiones oímos expresiones como "tiene muy buen espíritu" y esto es exactamente lo que nos dará las bases para entender qué es exactamente el espíritu. Aunque se confunda con el alma, su significado es muy diferente. Aunque el espíritu es también inmaterial, este está ligado al cuerpo, a su movimiento y su hacer en el mundo.
Para mostrar una similitud que nos haga más fácil comprenderlo, podríamos asociar nuestro espíritu con nuestra motivación. De esta forma, nos referimos a espíritu cuando hablamos de la chispa de la vida, de ese arranque que tenemos para hacer las cosas. Por eso, el espíritu es un mediador entre el cuerpo y el alma.
Por ejemplo, las personas tenemos varias motivaciones para ir a trabajar. Una de ellas es el dinero que recibimos a cambio. Por eso, podríamos decir que lo que hace que arranquemos y trabajemos es el salario que recibimos, en muchos de los casos. Pues bien, según este esquema, lo que hace que nuestro cuerpo funcione es nuestro espíritu.
Las diferencias más importantes entre el alma y el espíritu
Con estas definiciones sobre el alma y el espíritu podemos definir algunas diferencias esenciales entre el alma y el espíritu, algunas fundamentales.
- El alma guarda una relación directa con las emociones, mientras que el cuerpo se queda en la posición del cuerpo, es el motor que hace que el cuerpo funcione.
- Entre las más notorias cabe destacar la inmortalidad del alma en contraposición a lo perecedero del espíritu. Y es que, mientras el espíritu está ligando a lo terrenal, nuestra alma permanece siempre.
- Por otro lado, podemos concluir, con que el alma es la esencia de un cuerpo. Por el contrario, el espíritu es lo que mueve a ese cuerpo, lo que media entre el alma y el cuerpo.
El punto de unión entre alma y espíritu lo encontramos en la siguiente relación: un espíritu tiene un alma, y dicho espíritu vive en el cuerpo. Y ese espíritu morirá cuando muera el cuerpo. En cambio el alma que habitaba en dicho cuerpo será inmortal.
