Todos conocemos al Papa Francisco o al Dalai Lama, personas a las que un grupo de gente sigue, que los conduce y les guía. Ellos son líderes espirituales, personas con energías positivas, personas que ejercen influencia sobre otras, que les enseñan un camino a los demás, pero que también caminan junto a ellos, para guiarles y acompañarles en todo momento. Es una gran responsabilidad y un gran trabajo, por lo que no todo el mundo puede hacerlo de la mejor forma posible.
Si pensamos qué es un líder espiritual y qué significado tiene, podemos encontrar diferentes acepciones. Un líder es el capitán de un equipo de fútbol, el joven cantante de una banda de rock o aquel al que todo el mundo acude en su grupo de amigos para que organice las quedadas. Para muchas personas el líder nace líder. Se trata de un carisma que es complicado aprender. Eso sí, existen muchos líderes espirituales que nacen sin ese carisma y aún así consiguen conducir a la gente por el camino deseado. Y, por otra parte también debemos tener en cuenta que cada persona tiene su líder espiritual y debe encontrarlo por su propio pie.
Las cualidades de un buen líder espiritual
Existen algunas cualidades que debe tener un líder espiritual que son dignas de aprender por todos. Se trata de algo que es de admirar, y que precisamente, los convierte en líderes espirituales. Y es que, por mucho que se desee serlo, sino se tienen ciertas aptitudes y un mínimo de energía, uno no podrá ser un líder espiritual. A continuación comprobamos cómo debe ser un guía espiritual y todo lo que podemos aprender de él.
Constancia
Muchos desean ser líderes espirituales, pero pocos tienen la fuerza de voluntad para cumplir con el esfuerzo de ser un líder espritual. Y es que, no se trata de un trabajo sin más, sino que ser líder implica compromiso y constancia. Es un camino del día a día, de tratar con problemas y solucionarlos, de cuestionarse absolutamente todo. Un líder no puede dejar de ser líder en ningún momento, y es que, en sus manos está la responsabilidad del desarrollo personal del resto.
Equilibrio
Un líder espiritual debe ser una persona equilibrada, tranquila y pausada. Debe saber controlarse y gestionar mejor que nadie sus emociones. Un líder no pierde los nervios y tiene muy clara su filosofía de vida. No importa si es un líder budista, cristiano o del New Age, lo que importa es que tiene clara su doctrina y un conocimiento y equilibrio adecuados.
Cercanía
A pesar de ser líder y de, en muchos casos resultar lejano, un líder espiritual debe ser abierto a la gente, cariñoso y cercano. El líder está para guiarnos, para seguir las leyes espirituales, para apoyarnos y para impulsarnos a crecer espiritualmente, por lo que ser cercano es una cualidad imprescindible para un líder. Este fomenta la empatía y nos dirige hacia la luz cuando todo nuestro mundo es oscuro. Se trata de una persona que nos escucha, pero también que se abre ante la gente, que está dispuesto a compartir su vida.
Honestidad
¿Cómo iba a ser líder alguien que nos engañara? En un líder hay que confiar, y para que confiemos en alguien tiene que demostrar ser honesto. Un líder siempre va con la verdad por delante, de una forma pura y recta. Sabe lo que cree y así lo manifiesta, clara y rotundamente, sin dar lugar a malentendidos. El líder nos hablará de él de una forma totalmente abierta, de modo que no haya lugar a dudas en su trayecto, por muy pantanoso que haya sido.
Generosidad
Otra de las características de los líderes espirituales que debemos aprender es que debe dar más que recibir, y es que, estas personas dan su vida por los otros. Un líder espiritual vive por y para sus seguidores. Tiene claro que ese es su cometido en la vida y no se para a pensar en el egoísmo. Está totalmente dedicado al cuidado de aquellos que confían en él y no cesa en su ayuda.