La vida sedentaria, el estrés, las rutinas de hoy en día y el vivir con el piloto automático puesto, son grandes enemigos de nuestra armonía. Es muy frecuente que, todas estas cosas nos evadan de lo que en realidad estamos haciendo, y que salgan de nosotros emociones negativas que no sepamos muy bien como tratar y validar. La práctica de yoga es una manera de ayudarnos a canalizar nuestras energías, a mantenernos presentes y poder liberar todas esas tensiones que tanto nos perjudican.
¿Qué posturas de yoga permiten atraer las buenas energías?
En función de cómo nos sintamos hay ciertas posturas de yoga que ayudan a canalizar la energía porque hacen que nos sintamos revitalizados y que podamos acabar con ese cansancio crónico y esa fatiga que ya forma parte de nuestra vida. Las energías sirven para interferir en nuestras emociones, por eso, es importante practicar ciertos ejercicios de meditación y de yoga que nos sirvan de apoyo para dejar ir nuestras emociones, darles el peso que requieren y ser conscientes de que están ahí.
1. Utkatasana
Quizás la conozcas por el nombre de la postura de la silla, pues en realidad estamos poniendo nuestro cuerpo de forma similar a la que ponemos cuando nos sentamos en una silla, sin embargo, al adoptar esta postura estamos trabajando nuestros músculos en las piernas y en los abdominales, ya que no nos apoyamos sobre ningún espacio.
La postura Utkasana permite atraer las buenas energías al inhalar y elevar nuestras manos hacia arriba, de modo que tus dedos queden completamente estirados. Puedes separar las manos o mantenerlas juntas, lo importante es que encuentres la forma más cómoda para que tu espalda no se dañe. Después, flexiona las rodillas e inclina levemente el torso hacia delante, buscando siempre estirar la espalda. Atraer la energía positiva a tu vida es posible con esta postura puesto que introduce a un estado de concentración y desarrolla nuestro sentido del equilibrio.
Te aconsejamos que comiences con medio minuto en esta postura de yoga si eres principiante, pronto notarás cómo la energía irradia por todo tu ser hacia la punta de tus dedos que se elevan hacia el cielo.
2. Balasana
Si lo que queremos es restablecer nuestra energía, balasana o la postura del niño, resultará una opción ideal para encontrar el equilibrio entre cuerpo, mente y alma. Si te encuentras estresado, nervioso y bloqueado, adoptar esta postura te ayudará a calmarte, además de liberar el estrés de tu vida.
Para realizar esta postura tendrás que colocarte de rodillas y sentarte sobre tus talones, no olvides juntar los pies y las rodillas. Al exhalar, inclínate y reposa tu frente en el suelo, recuerda que no debes notar tensiones, ya que es una postura de descanso. Coloca tus brazos al lado de tu cuerpo y hacia atrás, aunque si necesitas estirar la espalda puedes colocarlos hacia delante. Se trata de una postura ideal para hacer al terminar el ejercicio.
3. Ardha Dhanurasana
La Ardha Dhanurasana o la postura del medio arco, nos ayuda a abrir uno de los chakras que nos dará la vitalidad a nuestra vida, por eso, practicarla no solo nos revitalizará, sino que además nos ayudará a fomentar nuestra autoestima y alejar la inseguridad de nuestra vida.
Para practicar esta postura deberás comenzar de rodillas, estando tu mano izquierda y tu antebrazo derecho en el suelo. Después, levanta la pierna derecha y dóblala, lleva el brazo izquierdo hacia atrás y alcanza con él tu empeine. Se trata de una postura de concentración que te ayudará a recuperar la energía que te falta.
4. Savasana
Una de las posturas más sencillas de realizar es Savasana o la postura del cadáver, una postura de relajación que, aunque parezca contradictorio, puede ayudarte a recuperar esa energía que tanto necesitas y que estás perdiendo a causa de tu rutina. Para hacerla solo tendrás que acostarte boca arriba, con las piernas separadas y los brazos a ambos lados de tu cuerpo.
Se trata de una postura cómoda, donde solo tendrás que permanecer tumbado lo más cómodo posible e inhalar y exhalar para entregarte a la postura. Además, Savasana también puede ayudarte a luchar con el insomnio y el cansancio crónico, ya que al realizarla podemos relajar las tensiones que acumulamos durante el día. Por eso, te recomendamos realizarla al terminar la jornada, de modo que puedas relajarte y recuperar las fuerzas perdidas durante el día.