Uno de nuestros objetivos en la vida es alcanzar la felicidad. Pero ser feliz no es fácil, y en el día a día nos encontramos con un montón de situaciones en las que a más de uno se le van las ganas de vivir. A veces nos encontramos en escenarios de los que es difícil salir, donde nos preguntarnos qué hacemos en este mundo y por qué no tenemos una vida mejor. La infelicidad se ha apoderado de nosotros, desplazando a la felicidad.
Los hábitos más comunes que acaban con tu felicidad
A menudo caemos en conductas nocivas que nos impiden ser feliz y lo que es lo peor de todo es que caemos en el autosabotaje porque las repetimos una y otra vez, sabiendo en nuestro interior que nos hacen mucho daño. A continuación encontrarás todas las acciones que acaban con tus ganas de vivir y con tu felicidad y que deberías empezar a cambiar ya.
1. El estrés
Seguramente, si hiciésemos una encuesta sobre qué nos quita las ganas de vivir el estrés se colaría entre las primeras posiciones. El estrés es el culpable de muchos de nuestros problemas, y puede provocar trastornos como el insomnio, una enorme sensación de fatiga que parece acompañarnos las 24 horas del día o la pérdida del deseo sexual, que también puede acabar afectando la relación que tenemos con nuestra pareja. Hay muchos factores que inducen al estrés, una sensación que nos impedirá ser felices.
2. El trabajo
¿Quién no ha tenido esa sensación de estar encadenado a un trabajo monótono y aburrido? Tener un trabajo es casi imprescindible para vivir, y a lo largo de nuestra trayectoria profesional tendremos una relación de amor-odio hacia nuestro empleo. En los momentos de autoestima laboral nuestras obligaciones nos quitarán las ganas de vivir, aunque a veces basta con recordar lo felices que fuimos cuando nos contrataron para recuperarlas. Quizá la solución para recuperar la felicidad pase por un nuevo empleo o un cambio de posición, algo que no siempre podemos controlar.
3. No tener tiempo para uno mismo
Está muy relacionado con los dos primeros puntos que hemos visto, pero se merece un capítulo a parte. Muchas veces encontramos la felicidad en esos pequeños placeres que disfrutamos por nuestra cuenta, ya sea un día de pesca, una tarde de lectura o un domingo viendo series en el sofá. Ya sea por el trabajo, por nuestras obligaciones familiares o sociales o por cualquier otra razón, el hecho de no disponer de ese tiempo privado que tanto necesitamos para nuestras aficiones acabará por quitarnos las ganas de vivir.
4. La soledad
Ya sea porque vives lejos de tu familia, de tus amigos y de tu entorno o porque estás en una de esas encruzijadas en las que no sabes qué hacer con tu vida, la soledad es un sentimiento que suele ir de la mano de la infelicidad. El hecho de no tener apoyos -o no saber dónde buscarlos- en esos momentos de duda harán que te sientas mal contigo. Puede ser una de las puertas de entrada a una depresión, y la solución pasa, entre otras cosas, por tratar de deprenderse de las personas tóxicas y rodearse de gente positiva, que te ayude siempre que lo necesites.
5. Una baja autoestima
Cerramos esta lista con el principal problema que nos quitará las ganas de vivir: una baja autoestima te impedirá ser feliz, ya que en todo momento le encontrarás pegas a lo que hagas, y no tendrás la confianza necesaria para afrontar los retos con los que te enfrentarás en tu vida diaria. Tener una baja autoestima también hará que tus relaciones sociales puedan verse afectadas, juntándote muchas veces con personas tóxicas que no hacen más que aumentar tu infelicidad. El trabajo o las relaciones personales también pueden verse afectadas por la baja autoestima.
Como habrás podido comprobar, no hace falta mucho para recuperar las ganas de vivir que de vez en cuando podemos perder, en especial si la suerte no nos acompaña.
En nuestra mano está darle la vuelta a la situación, tomar las riendas de nuestra vida y empezar a disfrutar de ella para dejar atrás la infelicidad y conseguir alcanzar el objetivo de ser feliz.