A lo largo de nuestro paso por la vida podemos encontrarnos con una multitud de personas. Gente diferente con distintas personalidades que puede que nos influyen en mayor o menos medida. Lo que está claro es que, cuando esa persona es nuestra pareja, hemos de andarnos con ojo, sobre todo si nos vemos envueltos en una relación absorbente y debemos salir de ella.
Es normal que al comenzar una relación de pareja nos pasemos gran parte de nuestro tiempo pensando en la otra persona. Se trata de una etapa muy intensa en la que nos ataríamos con un lazo a nuestro amado. De hecho, incluso con el paso del tiempo, es normal que gran parte del día nos acordemos de nuestra media naranja. Sin embargo, en algunas ocasiones la relación exige demasiado y comienza a ser absorbente y en entonces, es mejor detectar el problema y solucionarlo cuanto antes.
Cómo detectar una relación absorbente
Como en la mayoría de las casos, para terminar con un problema, el primer paso es detectarlo. Puede que estemos inmersos en este tipo de relación pero por dependencia o inseguridad, pongamos excusas y evitemos ver que estamos en una relación de este tipo. No obstante, si estás leyendo esto puede que hayas dado el primer paso para detectar una relación absorbente y ponerle fin. En ese caso, te recomendamos que sigas leyendo para salir de dudas. Estas son las 3 cosas que te ayudarán a saber si tu relación es absorbente y comenzar a cambiar esta situación.
El aislamiento
El primer síntoma para saber si una relación es absorbente es el aislamiento. ¿Ves mucho menos a tus amigos e incluso a tu familia? ¿Has dejado de lado muchas actividades que antes practicabas por estar con tu pareja? Si bien es normal que al principio de la relación descuidemos algunos aspectos de nuestra vida, pasada esa etapa de la pareja deberíamos volver a relacionarnos con los demás. Además, si nos aislamos en nuestra pareja puede que estemos cometiendo el error de caer en una relación absorbente de la que es difícil escapar.
La dependencia
Pues no, contar con tu pareja no significa ser dependiente. Hay personas que no pueden hacer nada sin su pareja, que todos los planes se incluyen el uno al otro. Recuerda que para que una relación de pareja sea sana hay que mantener cierto grado de individualidad e incluso cierto espacio, porque si no, podéis terminar quemando no solo la relación, sino también a vosotros mismos. De ser así deberías decir adiós a esa relación absorbente o dejarás de ser tú mismo.
El rol dominante
Otra de las cosas que distingue a una relación absorbente es la falta de simetría en la relación. Normalmente, uno de los dos es más dominante que el otro, lo que da lugar a situaciones de manipulación emocional e incluso de maltrato. Otra de las razones por las que es mejor terminar con una relación absorbente y que no deberías dejar pasar por alto.
Cómo terminar con una relación absorbente
Llegados a este punto y en este tipo de relaciones, una de las mejores técnicas será terminar con ella, sobre todo si sufrimos situaciones de maltrato. Es importante que entendamos que, algunas veces podremos arreglar la relación absorbente y otras veces no tendremos más remedio que dejarla marchar, ya que se ha convertido en una relación tóxica que solo nos hace daño.
Si la relación te agobia, no pasas tiempo solo ni con otras personas y es lo que deseas, puede que simplemente tengas que hablar con tu pareja. Puedes exponerle tus necesidades y tus deseos haciéndole saber que no por eso se ha acabado el amor, sino todo lo contrario. Y es que, el querer a alguien, no significa quitarle su libertad.
La comunicación es la principal arma por la que podemos ponerle fin a la relación absorbente y a nuestros problemas en una relación. Hay que tener paciencia y hacerlo poco a poco, pero se puede solucionar con asertividad y honestidad. Eso sí, si tu pareja no acepta estas condiciones, si se vuelve más celosa y dominante, puede que la única solución sea que cada uno haga su vida por separado.