Dicen que las relaciones de pareja son una de las cosas más bonitas que hay en el mundo. Que no hay nada que sea mejor que compartir tu vida con alguien a quien amas y te ama. Lo cierto es que, en una relación de pareja pasamos por un montón de fases. Del enamoramiento a la adaptación, no todo el mundo es capaz de ir superando, una a una, todas estas etapas.
Las fases de la relación de pareja y sus características
Hemos de ser conscientes que no todo en una pareja es una luna de miel y que los cuentos de hadas no existen. Una pareja requiere constancia, respeto, esfuerzo y ceder mucho. Conocer que las parejas pasamos por diferentes etapas, y ahondar en cada una de ellas, puede darte las claves para solucionar mejor las cosas en pareja.
1. Enamoramiento
La primera de las fases de una relación amorosa siempre es el enamoramiento. Así, la fase de enamoramiento se trata de una época en la que nuestros sentimientos están a flor de piel. Las mariposas en el estómago y el fuerte deseo de estar, lo máximo posible, al lado de la otra persona, son las características que marcan esta etapa. La dopamina, o lo que es lo mimo la adicción al amor es lo que domina en nuestro fuero interno. En el enamoramiento entra en juego que los dos compartís los mismos sentimientos. Esto hace que un comprendimiento mutuo se haga cargo de la situación, sintiéndote parte del otro, e intentando dejar rienda suelta a tu imaginación para hacer a la otra persona, lo más feliz posible.
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2. Conocimiento
Se trata de la etapa en la que comenzamos a conocer realmente a la otra persona. La idealización deja paso a la realidad, y los defectos y virtudes del otro se presentan tal cual. Se trata de una fase muy importante, ya que vemos a nuestro amado o amada de una forma real, sin maquillaje. En este punto tienes claro que lo tuyo sí es un amor verdadero, no un juego. El conocimiento nos permite saber en esta etapa de tu relación de pareja que queremos estar con esa persona, que conocemos sus defectos y que nuestro amor por ella comienza a ser más real. Se trata de una época de vivencias, de confesiones y de construcción.
3. Convivencia
Si el conocimiento ha resultado agradable por parte de ambos, comienza la etapa de la pareja en la que se planea construir una vida en común. Proyectos, ideas, ambiciones… pero sobre todo mucho amor y apoyo mutuo, es lo que debe existir en esta fase. Cuando experimentamos la convivencia con una persona suelen cambiar algo las cosas. Comienza a ser más evidente la rutina y lo normal es que la actividad sexual se vea afectada. Además, resolver los conflictos y los posibles celos puede ser complicado. Lo ideal es que busquemos la forma de llegar a acuerdos para mantener la armonía en pareja.
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4. Autoafirmación
Las etapas del amor son 6 y en esta, la cuarta, tras tanto compartir no podemos olvidarnos de nosotros mismos. Está claro que hay que ceder y que la otra persona es una parte muy importante de ti. Pero tan malo es no ceder ante nada que ceder ante todo y olvidarnos de nuestras necesidades. Es tiempo de construir tu amor propio y tu pareja debe darte esas alas. El poder realizar actividades por uno mismo, y recuperar la autonomía que se ha podido perder, será una etapa crucial para el buen desarrollo de la pareja y eso es toda una realidad.
5. Crecimiento
El crecimiento es la etapa amorosa en la que se consolida la relación. La estabilidad se hace hueco y la toma de decisiones es la protagonista de la misma. Es aquí cuando la pareja se plantea situaciones como tener una familia. Es tiempo de trabajar sobre la inteligencia emocional en la pareja y de vivir una época de crecimiento volviendo a la ilusión por los proyectos futuros y da un nuevo aire de frescura al amor.
6. Adaptación
Es aquí donde la pareja sufre el mayor peligro de ruptura. Se trata de un momento en el que, si la pareja se adapta a los cambios se hace fuerte, pero si no, deberán romper para dar paso a otras experiencias. También puede ser una etapa en la que se produzca el reencuentro, con emociones nuevas y menos responsabilidades.
