¿Eres de los que creen que el amor es capaz de derribar todas las barreras habidas y por haber en este mundo? Si es así tendrás mucho camino recorrido a la hora de garantizar el éxito de una relación a distancia, algo que no siempre es fácil. Una de las claves para que triunfe cualquier relación es la cercanía entre los dos miembros que la componen, una cercanía que desaparece en las relaciones a distancia. No es lo mismo que esa distancia sea de unos pocos kilómetros que si hay un océano por medio, pero seguro que te esfuerzas para que tu relación de pareja funcione.
El primer requisito indispensable para conseguir que la relación a distancia funcione es liberarte de los prejuicios que puedas tener sobre este tipo de relaciones. Hay un montón de leyendas urbanas que dicen que estas relaciones no funcionan, que son una pérdida de tiempo, que es más fácil caer en las infidelidades... Pero seguro que conoces a alguien que mantiene una relación a distancia que funciona y con la que es inmensamente feliz, desmontando así todos los tópicos contrarios a estas relaciones.
1- La confianza
Sobra decir que si no hay confianza la relación a distancia será un fracaso total. Para que funcione es imprescindible que confíes totalmente en tu pareja, sin dudar de su palabra -algo que debe ser mutuo-. Si falla una de estas dos premisas, no te quitarás de tu cabeza pensamientos tan negativos como que tu pareja te engaña o te miente porque no puedes comprobar in situ si te dice la verdad.
El resultado no es otro que los celos, un problema grave de por sí acentuado por la distancia, que puede acabar de enterrar la relación.
2- La comunicación
Obviamente, una de las claves para que funcione una relación a distancia es la comunicación. Por suerte, a día de hoy contamos con recursos tan maravillosos como Skype o Whatsapp que permiten romper las barreras comunicativas que obstaculizaban este tipo de relaciones en las generaciones anteriores. Si consigues respetar este punto, entonces podrás confirmar que tienes una relación de pareja sana, así que no cometas errores. Hay que aprovechar que vivimos en la era de las tecnologías de la comunicación, y una buena idea es acordar un horario fijo en el que podáis hablar y veros a través de la pantalla del ordenador, la tablet o vuestro smartphone.
Precisamente el hecho de establecer unos horarios para hablar es uno de los sacrificios que se dan en las relaciones a distancia. De hecho, estamos ante el tipo de relación más sacrificado que hay, donde los celos no existen, así que tendrás que adaptar tus rutinas a la relación. Y no hablamos solo de estar pegado al ordenador a la hora acordada cada día, renunciando a otras actividades, sino a sacrificar vacaciones o fines de semana para veros. Ambos tendréis que sacrificaros para que la cosa funcione, pero también hay que aprender a valorar los sacrificios del otro.
Llegados a este punto hay que hablar del espacio personal de cada uno y del famoso concepto de la dependencia emocional, porque hay quien confunde estos sacrificios con renunciar a la vida social, pero nada más lejos de la realidad. Podéis estar un par de días sin hablar porque un miembro de la pareja se ha ido de viaje con sus amigos, no hace falta que os enviéis mensajes o que os llaméis cada 30 minutos para controlaros mutuamente. Igual que en las relaciones presenciales, en las relaciones a distancia también es vital el respeto al espacio de cada uno, por mucha distancia física que os separe.
3- Visión de futuro
Es algo tan importante como peligroso. Una relación a distancia debe tener un futuro común donde los dos os juntéis.
Puede ser a corto, medio o largo plazo, e influyen aspectos como la formación o la vida profesional, las responsabilidades familiares, la situación de cada uno, etc.; pero cuando la relación a distancia se consolida hay que plantearse el acercamiento. Hasta entonces, conviene fijar fechas o lugares de reencuentro para hacer más llevadera la relación a distancia.