Tan potente es el amor que puede llegar a hacernos mucho daño, en especial cuando se produce el desamor. A veces, por unas u otras razones, las relaciones de pareja llegan a su fin, y es algo que tenemos que asumir. Sin embargo, el fin de una relación de pareja -o de cualquier tipo de relación- nunca es fácil de asimilar, y convivir con el desamor puede ser una tortura. Y, salir de este bloqueo puede ser perjudicial para nosotros.
Guía práctica para sanar un corazón que ha sufrido
Por suerte, existen algunos consejos con los que sanar a un corazón que ha sufrido que ante todo nos ayudarán a ver las cosas desde otra perspectiva. No será fácil, pero lo que no podemos permitir es que nuestra autoestima se vea perjudicada. De lo contrario, sufriremos las consecuencias de la autoestima baja y en estos momentos esto es todo lo contrario a lo que nuestra mente necesita. Por eso conviene conocer estos 5 pasos para curar un corazón roto, superar la ruptura y poder iniciar una nueva relación de pareja o tratar de potenciar otras relaciones beneficiosas. ¡Toma nota!
La negación no es la solución
Una de nuestras primeras reacciones será tratar de negarlo todo, borrar los recuerdos. Sin embargo, eso hará que revivamos esa relación continuamente, lo que aumentará nuestro dolor. Te sentirás más tenso, una tensión a la que difícilmente darás salida y que acabará modificando tu comportamiento hacia el resto de la gente. Para evitar este comportamiento artificial y negativo, pero también para dar salida al dolor del desamor, hay que aceptar que existen unos sentimientos y que su negación no nos ayuda a superarlos.
Tienes derecho a sentirte mal
Seguro que alguien en tu entorno, con toda la buena intención del mundo, te dice eso de que no vale la pena llorar, que mires hacia delante... Cierto, hay que mirar al futuro, pero también podemos llorar todo lo que queramos para aliviar ese dolor. El derecho a sentirse mal, a la tristeza, debería tener una mejor percepción social. Muchas veces es necesario pasar por esa mala fase antes de progresar, lo que metafóricamente se conoce como dar un paso atrás para adelantar dos de golpe. Terminemos con los tópicos, no tenemos por qué tener miedo a ser juzgados socialmente, porque tenemos que defender este derecho a estar tristes.
Comparte tus sentimientos
Has dejado atrás una relación de pareja, pero puedes reforzar tus relaciones con familia y amigos. Comparte con tu círculo de confianza como te sientes, exterioriza esa rabia y ese dolor. El hecho de compartirlo te ayudará a soportarlo, te ayudará a liberar tus emociones bloqueadas y te demostrará que hay vida más allá de esa persona que hasta hace poco era uno de los ejes vertebradores de tu familia y podrás superar el trance en compañía. Es uno de los mejores consejos para aliviar el corazón roto, es cierto, pero no olvides que hay que saber en quien se puede confiar, evita acercarte a personas tóxicas que puedan sacar partido de tu situación.
Cuídate
De hecho, evitar acercarnos a esas personas tóxicas es el primer paso para cuidarnos. Intenta dormir 7 u 8 horas al día, sigue una alimentación sana y equilibrada, intenta no fumar más -o no empezar-, evita el alcohol y las drogas, mantén tu higiene... También puedes aprovechar para introducir nuevos hábitos en la vida, por ejemplo hacer deporte. Salir a correr o en bici, ir al gimnasio, a la piscina a nadar... son actividades que te mantendrán con la mente despejada y lúcida, ayudándote a curar tu corazón roto y con importantes beneficios para tu bienestar físico.
Sé paciente
Puede sonar a consejo estúpido, pero poco a poco notarás como el dolor emocional desaparece. En ocasiones el proceso es corto, otras veces será mucho más largo, pudiendo prolongarse incluso durante años. Sin embargo llegará el día en que te sientas a punto para una nueva relación de pareja. A lo largo del proceso es fácil que hayas conocido a gente nueva que te puede ayudar a superar el desamor, iniciando relaciones -no tienen por qué ser de pareja- que te ayuden a descubrir que siempre puede haber un nuevo punto de partida.
Llegados a este punto solo queda recordar que enmascarar el dolor es una de las peores cosas que puedes hacer para recuperar tu corazón. Las malas compañías, sustancias como el alcohol o las drogas, unos hábitos de vida poco saludables o la propia negación del dolor son los mejores ejemplos de intentar disimular ese dolor producido por el fin de la relación, pero como decíamos al principio si nos limitamos a no hacer nada el resto de nuestras relaciones sociales se resentirá.