Nuestras emociones nos pueden ayudar a la hora de afrontar retos, pero también pueden suponer un gran problema cuando dejamos que emociones como el miedo se apoderen de nosotros. Y uno de los peores miedos que podemos tener es el miedo a ser juzgados socialmente, ese "qué dirán". Es lo que se conoce como fobia social, un miedo que en las relaciones tiene diferentes causas y síntomas que veremos a continuación. Por suerte, podemos superar el miedo a la fobia social gracias a las emociones positivas pero antes conviene conocer bien el problema.
¿Por qué tenemos fobia social?
Vaya por delante que, en mayor o menor medida, todos tenemos miedo a que el resto nos juzgue por nuestras capacidades, actos o sentimientos; tanto por lo que hemos hecho en el pasado como por lo que estamos haciendo en el presente. Incluso hay quien anticipa ese juicio. Es algo que entra dentro de la normalidad, pero el problema aparece cuando ese miedo a ser juzgado se convierte en una obsesión, limitando nuestros movimientos, afectando a nuestra autoestima y convirtiéndose en una patología. Y las causas de esta fobia social pueden ser múltiples.
Uno de los patrones más habituales del miedo a ser socialmente juzgados es cuando esta fobia se manifiesta especialmente en la adolescencia. Ante estos casos es importante establecer unas pautas para aumentar la autoestima del adolescente porque por norma general esta problemática está asociedada a unos padres sobreprotectores. También puede ser que detrás de ese miedo continuo a ser juzgado se encuentren la falta de habilidades sociales de esa persona, que sufrirá el miedo a relacionarse con gente fuera de su círculo de su confianza. Si no se toman medidas a tiempo, se puede convertir en un problema crónico.
Síntomas que reflejan el miedo a ser juzgados por los demás
Acabamos de señalar que una de las consecuencias de ese miedo a ser juzgados es el rechazo al contacto social más allá de nuestro círculo de confianza. Quienes lo padecen tienen un reducido círculo de amistades o familiares de plena confianza, con los que no muestran señales de esta fobia social de la que estamos hablando; pero fuera de esa zona de confort son incapaces de mantener una relación. Estas características también son comunes en aquellas personas que tienen la autoestima baja Por eso uno de los síntomas que evidencian el miedo a ser juzgados socialmente está sin lugar a dudas vinculado estrechamente en cuestiones básicas como tener que hablar en público o participar en actos con demasiada gente.
Para ellos, acudir a una fiesta, un evento social, reuniones de amigos o familiares, etc. son toda una tortura, generando la sensación de ansiedad ante cualquier contacto o acercamiento social. Más allá de las emociones y sentimientos que pueden pasar por su cabeza, esa ansiedad genera una activación psicofisiológica que se puede manifestar en forma de sudores continuos, temblores, taquicardia, angustia, rubor o tartamudeo, por citar algunos de los síntomas más habituales.
¿Cómo superar el miedo a la fobia social?
Es muy importante acudir a un especialista que nos ayude a superar y vencer nuestros miedos, este miedo a relacionarnos con los demás para evitar ser juzgados, aunque tanto quien padece el problema como su entorno pueden ayudar a ello. Decirlo puede parecer más fácil que hacerlo, hay que expresarse tal como uno es, según tus valores e ideas, sin miedo a compartir e intercambiar opiniones con el resto. Pero para ello hay que aprender a valorar los juicios y consejos ajenos, aceptando las críticas constructivas e ignorando las que no nos aportan nada.
Una de las mejores estrategias a seguir es empezar afrontando situaciones fáciles y aumentar la dificultad paulatinamente. Evita también tener pensamientos negativos, y trata de aprender de todos los errores que cometas. Un error no es algo negativo, sino una experiencia más de la que puedes aprender. Y no olvides que nadie espera tu fracaso, estás rodeado de gente que confía en ti y en tus capacidades para asumir cualquier reto que te propongas.