Las relaciones tóxicas son muy habituales y están en todos sitios. Las vemos en el trabajo, en los grupos de amigos, en el amor y desgraciadamente, también en la familia. Todos sabemos qué hacer cuándo identificamos que una persona es tóxica para nosotros. Si es nuestro amigo, siempre podemos cortar esa relación, pero ¿qué pasa cuando esa persona tóxica es tu hermano, tu suegra, o incluso tu padre? Pues bien, en este artículo de Refugio del Alma vamos a descubrir cómo son las relaciones tóxicas en la familia y cómo podemos acabar con estos patrones de conducta.
Cortar la relación tóxica con una persona de tu familia no es tan sencillo. Los lazos de sangre son mucho más fuertes y duraderos que cualquier otro tipo de relación. Además, lo que le pase a la otra persona te puede afectar a ti de forma personal, por lo que puede que no estés preparado para cortar esa relación. Muchas personas lo hacen, sin embargo otras tantas no pueden.
Consejos para afrontar las actitudes tóxicas en la familia
Si es tu caso, a continuación te damos algunos consejos para ponerle fin a las relaciones tóxicas en familia con los que podrás revertir la situación o al menos sentirte mejor.
Practica la asertividad
No hay nada como una relación de familia para que consiga sacar de sus casillas a la persona más calmada. Tenemos que tener en cuenta que además de personas tóxicas, hay relaciones que suelen serlo, por lo que, para solucionarlo, tendremos que solucionar primero cómo nos comportamos nosotros mismos, es decir, hacer un ejercicio de autocrítica completo.
Como aspecto fundamental, para evitar las relaciones tóxicas en la familia es importante que, a la hora de comunicar las cosas, tengamos en cuenta los sentimientos del otro, es decir, practicar la asertividad para acercarnos a los demás. Además, cuando algo nos moleste, tendremos que comenzar hablando de nosotros, y no culpando a nadie. Hablar de nuestros sentimientos y comentárselos a la otra persona, puede ayudarnos a acercarnos al otro y mejorar la relación.
Establece unos límites
Otra de los consejos para frenar las actitudes tóxicas en la familia es este. En ocasiones, puede existir una madre demasiado controladora, que no deje a su hija elegir su pareja, o una hermana que piense que tiene la razón en todo, y tome las decisiones por los demás. Estas suelen ser las principales características de una familia tóxica pero el caso es que todos tenemos derecho a equivocarnos, y aunque lo hagamos, tomar decisiones es algo obligatorio para cada uno.
No podemos dejarnos llevar y dar la razón en todo a la otra persona por evitar los conflictos. Por ejemplo, saber decir que no, es fundamental para que la mala relación no vaya a más. Si aceptamos todo lo que la otra persona quiere, no estaremos haciendo nada bueno, sino que lejos de neutralizar a ese familiar tóxico estaremos reforzando ese comportamiento.
Mucha paciencia
Tener relaciones tóxicas con alguien que te controla nunca es fácil, especialmente si es una persona a la que quieres y que no puedes dejar ir. Puede que pongas límites y no los aceptes, pero es importante no perder la calma y mantener la compostura, pues si damos rienda suelta a lo que pensamos, seguramente acabaremos entrando en un callejón sin salida.
La paciencia es la clave de muchas relaciones, sobre todo las de la familia y más aún sin se trata de un familiar tóxico. Antes de perder los nervios recuerda que tú eliges quedarte en esa relación y por eso vas a tener paciencia. Aunque suene a tópico, respirar siempre es un buen recurso.
No pierdas de vista tu integridad
Sabemos que el amor por la familia es incondicional, pero no podemos descuidarnos a nosotros mismos por las necesidades de otros. Está bien atender a tus seres queridos, pero si te descuidas tí mismo, no podrás atender a nadie. Si alguien de tu familia te está haciendo daño, mantener cierta distancia puede ayudarte a cuidar tu autoestima más de lo que imaginas.
La familia es un arma de doble filo, por una parte es algo con lo que siempre puedes contar, pero por otra, puede estar sujeta a chantajes emocionales que no traen nada bueno. Para mantener una relación sana y equilibrada con algún miembro de tu familia, es necesario que tú cuides este aspecto en ti, y eso se hace cuidándote a ti mismo y no descuidando tu autoestima.
