Por lo general, en nuestra cultura se promueve una educación en la que pensamos que podemos controlarlo todo, que conseguiremos cualquier cosa que nos propongamos, incluso las que no están a nuestro alcance. Lo que pasa es que, a veces, forzar las cosas puede ser un hecho devastador, ya que, algunas cosas como el amor o los sentimientos, no pueden forzarse por lo que dejar fluir y que las cosas sigan su ritmo es la mejor opción.
¿Qué quiere decir forzar las cosas?
¿Qué significa forzar las situaciones o cosas? Según la RAE forzar es hacer fuerza para conseguir algo que habitualmente debe conseguirse de forma natural y no de forma forzada. Por ello, es mejor aprender a NO forzar las cosas para vivir mejor y que las cosas lleven su curso.
Si bien es esfuerzo es bueno, tenemos que aprender a distinguir cuando forzar las cosas puede ser una mala idea, sean del ámbito que sean.
No fuerces los sentimientos y las relaciones
Y es que no hay necesidad de forzar las cosas, es mejor dejar que las cosas fluyan. A veces confundimos el cuidar una relación con forzar ciertos sentimientos, aunque es cierto que cuando no cuidamos lo que tenemos lo podemos perder, presionar a alguien en cualquier tipo de relación puede ser muy negativo, porque entonces lo que esperábamos, puede que no suceda. Porque al fin y al cabo, las relaciones son como los zapatos. Por mucho que te gusten, si no son tu talla, si te hacen daño, será mejor que busques otros más adecuados para ti.
Cuando no dejamos que las cosas fluyan y lleven su propio ritmo acabamos por engañarnos a nosotros mismo así como a la gente que está a nuestro alrededor, pudiendo causar consecuencias nada agradables. Una solución para ello es por ejemplo ser más honesto, tanto contigo como con los demás. Si te fuerzas a sentir algo o a que algo suceda, solo estarás alejándote cada vez más de ti mismo.
Así, forzar una relación o un sentimiento sin permitirle que fluya hará que cada vez le tengas más manía, que cada vez quieras salir más de ella, y que cada vez tengas que forzar más por mantenerla. La pena, la costumbre o el miedo a estar solos son los mayores enemigos de nuestra felicidad, así que te animamos a que seas valiente y asumas lo que sientes, sin temor a algo peor.
No fuerces las circunstancias
El proceso de fluir forma parte de nuestro desarrollo personal y esto ya no solo es algo que tiene que ver con las relaciones con los demás y con los sentimientos. Es algo que forma parte de nuestro crecimiento y cuando en nuestro día a día forzamos algo como una circunstancia para que suceda tal y como deseamos lo que estamos haciendo es caer en las redes de la manipulación en nuestra contra.
Al final, lo bueno de que todo fluya y siga su cauce nos ayuda a disfrutar de las pequeñas cosas, a vivir en nuestro interior esa magia que hace que tengamos ilusión por las cosas.
La importancia de dejar que todo fluya y nada influya
Y no, dejar que todo fluya y nada influya no es cuestión de aprender a dejar ir. Cuando somos conscientes de que hay que dejar ir, lo interpretamos como etapas que se cierran para dar nuevos comienzos y ya la vida nos dirá qué tiene preparado para nosotros.
Dejar que las cosas fluyan no significa sentarse a esperar que la suerte llame a nuestra puerta, ni mucho menos. Que todo fluya y nada te influya te ayuda a vivir el momento, el quí y el ahora, a realizar actividades con el objetivo de ser consciente de lo que estás haciendo. Así es como aprendemos a vivir el momento y a ser más productivos en todo lo que hacemos.
Al dejar que todo fluya y que nada nos influya estamos siendo más conscientes de nuestra realidad, y alejamos a las preocupaciones y problemas que solo nos molesta e interfieren en lo que en verdad importa, en el momento presente.
¿Por qué solemos forzar las cosas?
A menudo, nos encontramos en situaciones en las que sentimos la necesidad de forzar las cosas para que sucedan.
Esto puede deberse a una variedad de razones, como la falta de paciencia, la necesidad de controlar todo lo que nos rodea, el miedo al cambio o la creencia de que si no hacemos algo, no sucederá.
Sin embargo, forzar las cosas puede ser contraproducente, ya que puede llevar a sentimientos de frustración, estrés y ansiedad.
Consejos para aprender a dejarse fluir
Aprender a dejarse fluir puede ser una habilidad importante para vivir una vida más plena y feliz. Aquí hay algunos consejos que pueden ayudar:
- Practicar la paciencia: Aprender a ser paciente y permitir que las cosas sucedan en su propio tiempo puede ayudar a reducir la necesidad de forzar las cosas.
- Aceptar lo que no podemos controlar: Reconocer que hay cosas que no podemos controlar y aprender a aceptarlas puede ayudar a liberar la necesidad de forzar las cosas.
- Ser consciente de los pensamientos negativos: Ser consciente de los pensamientos negativos y trabajar en cambiarlos por pensamientos más positivos y constructivos puede ayudar a reducir la necesidad de forzar las cosas.
- Practicar la meditación: La meditación puede ayudar a calmar la mente y reducir los sentimientos de ansiedad y estrés, lo que puede hacer que sea más fácil dejar que las cosas fluyan naturalmente.
- Permitir los errores: Permitirse cometer errores y aprender de ellos puede ayudar a liberar la necesidad de controlar todo lo que sucede.
- Escuchar al cuerpo: Aprender a escuchar al cuerpo y prestar atención a las señales que nos envía puede ayudarnos a saber cuándo es el momento de actuar y cuándo es el momento de dejar que las cosas fluyan.
- Practicar la gratitud: Practicar la gratitud y enfocarse en las cosas buenas de la vida puede ayudar a cambiar la mentalidad y reducir la necesidad de forzar las cosas.