Si hay algo que destaca a un sentimiento negativo como el resentimiento es su potente intensidad, por eso es complejo superarlo. Una persona resentida se siente dolida, injustamente tratada y el deseo de venganza puede convertirse en una prioridad que le impida avanzar en la vida y ser feliz. Hay que intentar que el resentimiento desaparezca en las primeras fases, antes de que el sentimiento arraigue con toda su fuerza y toda su amargura.
Una de las peores consecuencias de ser víctimas del resentimiento es sin duda que hace infeliz al que lo sufre. Es normal que quien lo padece se muestre como una persona desconfiada y hostil a la hora de establecer nuevas relaciones. Este tóxico sentimiento siempre tiene un origen concreto, más o menos objetivo. Nos sentimos traicionados y dolidos con alguien que ha hecho algo que consideramos imperdonable y entonces aparecen el odio y el rencor, creciendo, poco a poco, hasta adueñarse de la persona.
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No es fácil deshacerse del resentimiento porque quien lo experimenta considera que tiene todo el derecho del mundo a sentirse así. Recuerda una y otra vez la situación que desencadenó su ira. Le gusta hacerlo porque se ratifica en su idea de que su odio está más que justificado, alimentando así su propio resentimiento y haciéndolo cada día más fuerte e intenso.
Sabiendo esto, el primer paso para superar el resentimiento es reconocer y aislar la situación que lo produjo. En ocasiones, la persona resentida llega incluso a olvidar el motivo exacto de ese sentimiento que le atormenta sin ser consciente de ello. Si estás resentido/a con alguien piensa y busca el por qué. ¿Qué lo desencadenó?, Analiza la situación siendo lo más objetivo posible ¿realmente ese compañero de trabajo intervino en que no te subieran el sueldo? Intenta convertirte en un observador neutral de tu propia vida dejando atrás tu percepción subjetiva ¿Qué hizo exactamente esa persona para perjudicarte?
Cómo liberarte del resentimiento
Reconocer el origen de tu resentimiento es básico a la hora de superarlo. Además, es importe ser consciente de su existencia, es decir, saber que: "tengo un sentimiento negativo que me causa dolor y me impide disfrutar de lo que me rodea".
Con este ejercicio mental, que no resulta tan sencillo de llevar a cabo como pudiera parecer, se logra, por un lado conocer la causa del problema y por otro, tomar consciencia de sus efectos y consecuencias. Una vez dado este primer paso, apóyate en las siguientes claves para lograr que el resentimiento desparezca de manera progresiva. Del mismo modo que fue creciendo, poco a poco, en tu interior, conseguirás que disminuya sacándolo de tu vida.
Sé realista y pon en marcha tu fuerza de voluntad
Deseo el mal a otra persona. Este sentimiento resulta destructivo para mi y voy a deshacerme de él. Busca la empatía con la persona objeto de tu resentimiento. Se trata simplemente de ponerte en su lugar ¿realmente merece tanto odio?
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Valora con objetividad
Busca lo que desencadenó tu la ira en tu mente... ¿era para tanto? Ataca el problema y libera el rencor interior. Habla con esa persona. Si estás dolida díselo. Si algo te parece injusto, expón tu punto de vista. Las situaciones pueden aclararse. Tal vez no se solucionen pero si hablas de tu resentimiento, te liberas de él. Puede que sigas enfadada con esa persona que te hizo daño pero el hecho de decírselo a la cara supondrá una inmensa liberación interior.
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Sé positiva, mira al futuro y perdona
Hay tantas cosas buenas que te rodean que no tiene sentido sufrir por algo ocurrido en el pasado que ya no tiene remedio. Aunque tengas toda la razón en tu enfado… ¿Quién no ha hecho algo mal en su vida? ¿te gustaría que alguien tuviese ese resentimiento hacia ti?
Ahora ya no tienes ninguna excusa y sabes cómo ponerle fin al resentimiento en tu vida es hora de combatirlo y comenzar a vivir mejor.
