Cómo expresar las preocupaciones.

¿Hablar de tus preocupaciones? Descubre los sorprendentes beneficios que tiene

Vivimos preocupados por lo que podrá pasar en el futuro y pensamos constantemente en todos esos problemas que tenemos encima: el trabajo, la familia, la salud, las relaciones personales...Todos, absolutamente todos, tenemos preocupaciones en nuestra vida diaria que nos pueden llegar a agobiar en mayor o menor medida.

Sin embargo, el hecho de no saber manejar las preocupaciones y permitir que lleguen a desbordarnos, puede traernos consecuencias muy negativas, tanto a nivel psíquico como a nivel físico, ya que el hecho de vivir constantemente preocupados altera nuestro descanso y a nuestra paz emocional.

La preocupación se define como una cadena de pensamientos e imágenes que están cargados de sensaciones negativas e incontrolables. Por ello, las personas que se preocupan excesivamente por todo, se convierten en personas ineficaces a la hora de encontrar soluciones. Según apuntan los psiquiatras José Mª García- Herrera y Vanesa Nogueras Morillas:

"las preocupaciones son útiles si nos hacen prestar más atención, si se convierten en un plan de acción, y también si nos ayuda a estar mejor preparados".

Principales problemas de los adolescentes

Guzel Gashigullina || Shutterstock

Estos son los beneficios de compartir las preocupaciones

Aunque no suelen sobrevivir bien fuera de nuestra mente, lo cierto es que hablar con alguien cuando tenemos preocupaciones es una terapia que nos ayuda y nos tranquiliza. Y aunque no siempre seremos capaces de encontrar una solución práctica a esas preocupaciones, hablar de ellas con los demás nos aporta todos estos beneficios:

Reduce el estrés

Las preocupaciones mal canalizadas pueden generarnos malestar y mucho estrés, sobre todo, el estrés o un problema emocional. Por ello, en la sociedad en la que vivimos hoy en día y en la que se propicia que todos debemos vivir encerrados en nosotros mismos, hay muchas enfermedades relacionadas con el estrés.

Compartir nuestras preocupaciones y problemas con los demás nos ayuda a prevenir el estrés, porque al hacerlo, sentimos que estamos derribando un enorme muro y conectamos de una forma mucho más sincera con los demás. Lo puso de manifiesto un estudio realizado por Sarah Townsend en la Universidad de Santa Bárbara, basado en un análisis realizado a 52 mujeres estudiantes durante un discurso público. Según los resultados de este estudio, compartir una situación de amenaza o de preocupación con otras personas que se encuentran en un contexto similar, hace que nos sintamos más acompañados y menos angustiados, disminuyendo así nuestros niveles de estrés.

Efectos del estrés sobre la salud

pathdoc || Shutterstock

Facilita el proceso de toma de decisiones

Otra de las grandes ventajas que podemos obtener cuando compartimos nuestras preocupaciones con los demás es que, mientras lo hacemos, estamos organizando nuestros pensamientos y logramos examinar los pros y los contras de una determinada situación. Esto nos ayuda a abordar con mejores perspectivas y mayor preparación el proceso de toma de decisiones.

Conocerse más a uno mismo

Cuando compartimos nuestras preocupaciones con lo demás, sin querer, nos estamos observando también a nosotros mismos. Esto nos ayuda a analizar todos aquellos componentes que forman parte de nuestro tipo de personalidad y, por ende, a conocernos más y mejor.

Ver la adversidad desde otro punto de vista

Cuando estamos preocupados tendemos a encerrarnos en nuestro propio mundo, pensando que ese problema o preocupación lo es todo para nosotros. Sin embargo, cuando compartimos las preocupaciones con los demás, estamos dando a otras personas la posibilidad de darnos consejos que, a su vez, nos permiten ver la adversidad desde otra perspectiva diferente. Así nos vamos liberando poco a poco de las preocupaciones, en la medida que vemos desde otra perspectiva lo que mantiene tan ocupada nuestra mente desde las rumiaciones.

El hecho de obtener la opinión de los demás sobre una determinada preocupación, nos ayuda también a obtener soluciones constructivas y potencia en nosotros una mentalidad positiva frente a las preocupaciones.

Bibliografía [+]
  • Carr, A. (2004). Es fácil dejar de preocuparse. Editorial Espasa Calpe.
  • García-Herrera, J.M. Nogueras, V. (2013). ¿Cómo hacer frente a las preocupaciones? Guías de auto-ayuda. Servicio Andaluz de Salud. Consejería de Salud y Bienestar Social.

Share this post

Carolina Ferreiro

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid. Mi vocación es contar noticias y transmitir información útil y relevante para los demás. Escribo noticias relacionadas en medios de referencia relacionados con el empleo, cursos, orientación académica, y actualidad educativa. En el día a día disfruto con todos los temas que están relacionados con la maternidad (feliz mamá de dos hijos), la infancia y la familia. Asimismo, me interesan mucho todos los asuntos que atañen a la nuestra psicología, salud y nuestra alimentación.

[fbcomments]