La influencia social es un fenómeno que se da continuamente en nuestra vida y que provoca muchos cambios en nuestro interior, como por ejemplo, que tomemos nuestras propias decisiones teniendo los pensamientos de otras personas. En este sentido, desde el punto de vista de la Psicología Social, la influencia social son todas aquellas emociones, comportamientos y opiniones que se modifican a consecuencia del efecto de otras personas.
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Cambios de conducta y pensamiento entre los efectos de la influencia social
Está claro que todos y cada uno de nosotros vivimos en una sociedad, lo que implica que estamos en contacto con otras personas diferentes a nosotros, que tienen otra forma de pensar, otros comportamientos, otras actitudes y opiniones.
Según recoge la Teoría de la Influencia Social, a través de la comunicación, las personas nos transmitimos diferentes elementos que pueden provocar cambios en nuestro interior, sobre todo, a nivel de comportamiento, de conducta y de pensamiento. En virtud de esta teoría, la influencia que ejerce una persona sobre otra, o un colectivo hacia una persona, puede ser o informativa o normativa. En la influencia informativa, una persona cambia sus juicios, pensamientos o conductas cuando está convencido de que la postura ajena es la más correcta. Sin embargo, en la influencia normativa, la persona cambia sus juicios, pensamientos o conductas pero sin haber sido previamente convencido, lo que supone que sigue pensando que su postura es mejor que la que le llega del exterior, pero las circunstancias le empujan a acatar este cambio.
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Por todo ello, la influencia social puede provocar presión sobre la persona que la recibe, pero también genera inseguridad emocional, baja autoestima, incluso, fomenta los problemas vinculados con la personalidad.
5 medidas para evitar los efectos negativos de la influencia social
El miedo a ser rechazados (inseguridad personal) o el miedo a ser utilizados por las demás personas, son las principales causas que nos llevan a ceder ante la influencia social. Pero, afortunadamente, podemos conseguir que no siempre prevalezca el punto de vista de los demás y evitar dejarnos llevar por lo que nos digan, piensen o hagan otras personas a través de estas cinco medidas:
1. Evitemos los pensamientos negativos
Lo primero que hay que hacer para no sufrir todas aquellas emociones y pensamientos negativos que nos provoca la influencia social, es poner todos los medios para evitar que otras personas influencien nuestro propio proceso de toma de decisiones.
2. Cuestionemos aquello que no nos parece correcto
También podemos evitar todo lo negativo que nos provoca la influencia social en nuestro interior si aprendemos a tomar en cuenta que la influencia social no siempre nos transmite una información válida, y empezamos a cuestionar toda esa información que nos llega de los demás.
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3. Defendamos nuestro punto de vista y nuestras creencias
El tercer consejo práctico para evitar los efectos más nocivos de la influencia social en nuestro interior, es defender nuestro propio punto de vista, a pesar de que éste sea diferente al de los demás. Siempre que contemos con argumentos para defender ese punto de vista propio, deberíamos quedarnos con él, y no asumir como propio el punto de vista de la mayoría.
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4. Trabajar la autoestima
Las personas que más sucumben a la influencia social son aquellas que tienen la autoestima más debilitada. Por ello, es importante trabajar la autoestima reconociendo los logros personales y también las propias limitaciones y fallos para intentar mejorarlos.
5. Aliarse con otros que compartan nuestros mismos valores
Otra de las medidas con las que podemos restar poder a la influencia social que ejercen los demás sobre nuestro interior, es establecer alianzas con aquellas personas que comparten nuestros mismos valores.
Fuentes consultadas
- Ashe, E. (1951). Effects of group pressure on the modification and distortion of judgements. Groups, Leadership and Men. Rutgers University Press, New Brunswick, NJ.
- Milgram, S., de Goitia, J., & Bruner, J. (2016). Obediencia a la autoridad: el experimento Milgram. Capitan Swing.
