Las guerras, los celos, los robos y las emboscadas. El mal humor, el sentimiento de venganza o los accidentes… son esa serie de cosas que nos vienen a la cabeza al pensar en la vida. Y es que es tendencia, lo malo se nos mete en la cabeza y nos ocupa todo nuestro espacio. Menos mal que hay sentimientos como la ternura, que son capaces de aniquilarlo todo lo negativo en un abrir y cerrar de ojos.
Y es que hay emociones y sentimientos tan maravillosos en la vida que se nos olvidan. Vale la pena recordarlos, porque, cuando aparecen pueden deshacerse de todo lo malo y experimentar las sensaciones más bonitas de la vida. Aquellas que valen la pena. Y una de las más importantes es la ternura.
¿Qué es la ternura?
Entendemos por ternura la capacidad de las personas para mostrar sus sentimientos más genuinos, como el amor, la empatía o el afecto. Sentimos ternura por muchas personas, y es en el amor, donde encontramos el sentimiento de la ternura como uno de los más básicos para que sea verdadero.
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Si hablamos de ternura seguramente te vendrá a la cabeza la imagen de un cachorrito o un bebé, pero hay diversas cosas y personas que pueden darnos ternura, y despertar en nosotros lo más bonito que podemos dejar salir. Es un sentimiento positivo y puro, por eso se dice que la ternura es una invitación al amor más verdadero, una expresión de nuestros sentimientos más puros y bonitos. Algo que, a estas alturas de la vida, es de lo más necesario en nuestra existencia.
¿Qué encontramos en la ternura?
Entre los ingredientes más básicos de la ternura podemos encontrar tales como la delicadeza, la dulzura, el cariño o el afecto. Se trata de sentimientos que nos llevan a experimentar eso que llamamos ternura. El sentimiento más puro del ser humano. El afecto… en cuanto a sentir acercamiento hacia esa persona, animal o cosa que nos conmueve. Se trata de una disposición positiva, que comienza con el afecto y termina con el cariño.
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La ternura es un ingrediente básico del amor, pero no es el amor en sí. Se trata de un deseo de que aquello hacia lo que sentimos ternura se encuentre en perfectas condiciones. Queremos cuidarlo, se nos inunda el cuerpo de dulzura y planeamos nuestras acciones con delicadeza. Se trata de un sentimiento general, de querer cuidar aquello que amas.
Para conocer la ternura no encontramos mejor ejemplo que el que siente una madre por su hijo en cuanto nace. Cuando miras a tu bebé sientes que tu corazón se para y un sentimiento de amor recorre todo tu cuerpo. Se trata del amor verdadero, de aquel que proviene de la ternura misma.
Los secretos de la ternura
Poco se habla del sentimiento de la ternura y mucho podemos decir sobre él. Algo capaz de mover el mundo, de acercar a las personas y de expresar su máxima dulzura. Nadie se libra de la ternura, y hay varios secretos que lo corroboran.
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En primer lugar, la ternura existe ya que todo el mundo tiene la necesidad de dar y recibir amor para conseguir vivir en armonía. Además, no es necesario tener cualidades para vivir en ternura, es un sentimiento que emerge solo y lo único que debemos hacer es dejarlo salir. Se trata de un sentimiento natural, libre de agresividad y que se vive con alegría. No es sinónimo de personas débiles, sino de todo lo contrario. Solo quien es más fuerte puede vivir la ternura de una forma plena.
Practicar la ternura es tan fácil como aprender a dar amor día a día. Se trata de una forma de vivir que dará más luz a la existencia de cada uno.
