Vivimos en un mundo que va a 100 por hora. Vamos corriendo, llegamos tarde a todos sitios y tenemos mil cosas que hacer que son para ayer. El estrés se alía con nosotros y se convierte en compañero inseparable de nuestra vida, y mientras tanto, por el camino, nos encontramos a personas que con su serenidad, nos dan una lección de vida. Y es que no hay nada más tranquilizante que cruzarse con la serenidad para tomar conciencia. La serenidad no indica pasividad ni falta de responsabilidad. Las personas serenas tienen las mismas o más responsabilidades que cualquiera. Trabajan, estudian, cuidan de la casa o de los niños e incluso lidian con un jefe abusivo o una familia complicada. La diferencia es que lo trabajan desde la serenidad, y esta tranquilidad es la que hace que todo salga mucho mejor que viviendo con el estrés.
Reconoceremos a las personas serenas por su sonrisa. Se trata de gente amable, que vive sin prisa y que siempre consigue hacer feliz al que tiene al lado. Y es que, en un mundo lleno de amenazas de todo tipo, una persona que transmita serenidad, se convierte para el resto en un remanso de paz y un oasis de tranquilidad. Algo que siempre es bien recibido. Por todo ello, la serenidad nos habla tanto de los sentimientos como del desarrollo personal de cada ser.
Cómo ser una persona serena
Como hemos visto, la serenidad aporta beneficios a las personas que se encuentran con un individuo con esta característica. Sin embargo, el mayor beneficio se lo lleva la persona serena. Ser tranquilo no significa no tener trabajo, sino no sacrificar su salud por correr y no llegar a nada. De hecho, es más probable que llegues a todo si logras ser un poco más sereno. Por eso, hoy te damos algunos consejos para llegar a ser una persona serena. Librarnos del estrés del día y caminar con seguridad y paso firme. No importa si no lo consigues a la primera, hacer el esfuerzo por estar más tranquilo, seguro que te da las bases para vivir más feliz y mejor.
Cuida tu salud
Cuidar nuestra salud es fundamental, y es que, llevar una vida sana no solo afecta a nuestro organismo, sino que también resulta de lo más beneficioso para nuestra salud mental. Y es que, para ser una persona serena es necesario que llevemos una vida ordenada, que huyamos de los excesos como el alcohol y que cuidemos a nuestro cuerpo como nos gustaría que nos cuidaran a nosotros. Una alimentación sana, sin miles de calorías vacías y con los nutrientes necesarios nos aportará lucidez. Un estilo de vida saludable es uno de los hábitos de las personas seres, porque al final se trata de cuestiones que no se pueden aplazar, hay que empezar ya y priorizarlo a cualquier situación.
Fuera dramas
A todos nos gusta quejarnos. Es sorprendente la cantidad de veces que nos quejamos en el día y la cosas por las que lo hacemos. Las quejas tienden a dramatizar, y esto nos hace estar aún más estresados, más nerviosos y vivir con más ansiedad. Pensamos que todo lo malo no pasa a nosotros y tenemos complejo del conejo de Alicia en el País de las Maravillas, que siempre llega tarde. Lo cierto es que, si somos más agradecidos y empezamos a ver la cantidad de cosas que tenemos, podremos alejarnos de los dramas y ser más serenos porque esto nos dará más paz.
Ahora ya sabemos qué debemos hacer para ser más serenos y llevar una vida más tranquila, así que hemos de comenzar con el cambio, porque merecerá la pena.