Cuando hablamos de gratitud enseguida pensamos en dar las gracias por un regalo recibido o por cualquier otra situación similar. Lo cierto es que, aunque también eso sería gratitud, cuando nos referimos a ser una persona con gratitud vamos más allá de todo esto.
Una de las mayores curiosidades de disponer de gratitud es que nos reconforta enseguida. Mucha gente quiere sentirse bien y de forma rápida. No hay mejor técnica que la gratitud, y es que se trata de un sentimiento que se refiere, a fijarse en las cosas buenas que tenemos, y dar las gracias por ello.
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Hoy en día, cada persona busca su felicidad. Se trata de un camino complicado, que no será siempre suave y calmado, sino que tendremos nuestros más y nuestros menos en la vida. Buscar la felicidad es aprender técnicas para gestionar mejor nuestras emociones y encontrar el bienestar. La gratitud es un sentimiento fundamental en todo este entramado. Y es que la gratitud nos aporta una fuerza increíble. Cuando la recibimos nos sentimos motivados y reconfortados. Cuando la damos podemos vivir los mismos sentimientos positivos. Y es que, aprender a ser una persona con gratitud es aprender a valorar lo que tienes en la vida.
Un paso más cerca de conseguir lo que quieres
Podemos hablar de numerosas razones para ser una persona con gratitud. Si aún no lo tienes claro, aquí van 3 motivos fundamentales que te llevarán por el camino de la gratitud. Ser una persona con gratitud no significa solamente saber agradecer lo que tienes, sino que a la larga se convierte en una forma de vida que te dota de la energía positiva que necesitas para conseguir tus objetivos.
La gratitud nos motiva, nos llena de ánimo y nos da la fuerza necesaria para luchar por aquello que más queremos y ver las cosas positivas en el camino hacia nuestras metas. Un buen ejercicio para finalizar el día es repasar todas las cosas que han sucedido por las que puedes dar gracias. Los motivos son infinitos, puedes agradecer desde una sonrisa hasta un aumento de sueldo. Todo esto te dotará de la energía suficiente para superar todo lo que se ponga por delante.
Unos vínculos más fuertes
El sentimiento de la gratitud hace que nuestras relaciones se vean más fuertes. Fijarse en lo positivo de las cosas nos hace disfrutar en mayor medida, apreciar más a las personas y reforzar los lazos con aquellos que más queremos.
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En los tiempos que vivimos suele pasar que demos por sentados a nuestros seres queridos, no agradeciendo lo suficiente tenerlos en nuestra vida. Valorar cada día lo importantes que son, nos ayudará a fortalecer nuestras relaciones.
Mejora la crítica constructiva
Uno de los mayores defectos que tenemos los seres humanos es no saber reconocer bien nuestros errores y no nos permite identificar las cosas en las que nos equivocamos. Hay quien se pasa y cree que todo lo hace mal y hay quien no es capaz de ver los errores en sus actos.
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Por medio de la gratitud, es posible librarse de una actitud defensiva o demasiado insegura y conseguir encontrar las herramientas para mejorar cualquier aptitud. En definitiva, la gratitud nos ayuda a ser más felices, y es que, algunos experimentos han concluido en que, ser una persona con gratitud es una de las técnicas más fiables para aumentar nuestra felicidad, además de permitirnos disfrutar más de las cosas buenas de la vida.
Por otra parte, la práctica de la gratitud es de lo más sencilla. Solo tienes que tomar un rato de tu día, unos breves minutos, para repasar las cuestiones por las que estás agradecido. Lo demás, irá viniendo solo.
