Todos nos enfadamos de vez en cuando, y es que se trata de una sentimiento que tenemos todos los seres humanos, y como todos los sentimientos es necesaria. El enfado es un estado emocional que puede variar desde la ira más intensa hasta una simple irritación. Cuando estamos enfadados nuestra presión arterial aumenta, así como la frecuencia cardíaca o el nivel de hormonas requeridas para la energía. Sea como sea, aunque los enfados formen parte de nuestra vida, es importante aprender a gestionar los enfados para que no nos afecten tanto.
Eso sí, enfadarse no es malo, de hecho, hay que hacerlo de vez en cuando. Se trata de un sentimiento negativo que surge cuando nos vemos atacados por un estímulo externo o interno. Enfadarnos nos ayuda a sobrevivir y adaptarnos con el sistema.
Sin embargo, si bien todos los enfados tienen sus fases, es fácil quedarnos demasiado tiempo en este estado, y perder el control sobre el mismo, puede acarrear graves problemas. Así pues, la solución no recae en no enfadarse, sino en saber cómo controlar un enfado y sobre todo, cómo evitar uno innecesario. Entender esto, nos salvará de más de un problema.
Las 4 estrategias clave que necesitas para evitar un enfado
Aunque enfadarse es inevitable y humano en ocasiones, sí que vivimos muchas circunstancias donde podíamos haber evitado enfadarnos, y con ello, todas las devastadoras consecuencias que un enfado trae consigo. Por eso, antes de enfadarte, te recomendamos que sigas estos consejos para evitar los enfados y gestionarlos de otro modo. ¡Toma nota!
Piensa antes de actuar
Parece un consejo fácil y algo utilizado, pero resulta increíble la de cosas que nos podríamos ahorrar si siempre lo siguiéramos. La impulsividad a la hora de enfadarnos puede ser una mala aliada, y es que, sacar toda tu ira en caliente puede pasarte factura. Antes de actuar, te recomendamos que respires y pienses bien en qué vas a hacer. A veces, las cosas nos afectan pero no es culpa de nadie, así que piensa, piensa y repiensa acerca de lo que vas a hacer y a quien va a afectar. Recuerda que expresar nuestros sentimientos es una de las mejores cosas que podemos hacer, pero a veces el cómo expresarlos correctamente nos puede salvar de un apuro.
Cultiva tu empatía y buen humor
Como hemos dicho enfadarse es inevitable, pero si vives constantemente enfadado y cada día surge algo o alguien contra el que descargar tu ira, será mejor que pienses si te enfadas de más. los cambios de humor pueden traernos malas consecuencias. Cuando vemos el día gris todo nos molesta y podemos caer en la trampa de enfadarnos por tonterías. Intenta descansar, trabajar para aumentar la autoestima e intentar ver el lado bueno de las cosas. Verás como, si eres amable con la gente, te sientes mucho más animado.
Además, antes de enfadarte, estará bien que trabajes tu empatía y que te pongas en el lugar del otro. Hoy en día, vivimos muy deprisa y muy centrados en nuestros propios problemas, pero entender por qué la otra persona ha actuado de cierta manera, puede hacer que evites tu enfado.
Relajación y meditación
Si nos enfadamos a menudo, tendremos que pensar en cómo cambiar algo en nosotros para que esto no pase. Los sentimientos de enfado son muy desagradables, y por eso, no es preciso sufrirlos si no tenemos motivo. Las rumiaciones son la antesala de muchos enfados. El estar pensando constantemente en un comentario que te ha molestado o un hecho que te crispa, puede hacerte saltar a la mínima. Para controlar esto, técnicas como la relajación o la meditación serán muy efectivas. Recuerda que enfadarse en el embarazo no es beneficioso ni para ti ni pare el peque, así que aplica todos estos consejos para tener una gestación feliz.
Acepta que hay cosas que no puedes cambiar
Enfadarte eternamente con una situación que está fuera de tu control no te traerá nada bueno. Y es que, existen circunstancias que se escapan de nuestro poder. No podemos cambiar a una persona y tampoco podemos cambiar cosas como si va a llover hoy o no.
No se trata de resignarse, al contrario, se trata de aceptar la realidad y buscar otras alternativas para conseguir lo que deseas y ser feliz. Aceptarlo te ayudará a seguir adelante.
Ahora ya sabes cómo enfrentarte a un enfado para gestionarlo correctamente así que reflexiona sobre todos estos conceptos y pónlos en práctica porque sin duda merecerá la pena.