¿El estrés forma parte de tu vida? ¿Has empezado a notar algunos síntomas como insomnio, caída de cabello o dolor de estómago? ¿No sabes cómo parar y te sientes desbordado? El estrés es un aliado que si se queda mucho tiempo puede convertirse en mucho más que una molestia. Para las personas que viven eternamente estresadas, es complicado salir de esta situación. Vivir deprisa es una de las máximas de nuestro siglo, y no llegar a todo, el pan de cada día. Pero vivir con estrés puede ser muy nocivo, nuestras emociones se ven afectadas por el estrés, y no sólo eso, sino que a nivel de salud el estrés también tiene graves consecuencias y cada vez el problema es más y más grande.
Por ello, cambiar algunos hábitos nos puede ayudar a combatir el estrés, porque cualquier acción cotidiana de nuestro día a día puede afectarnos más de lo que imaginamos. Lo cierto es que hay muchas conductas que nos producen estrés y deberíamos eliminar de nuestra vida, porque sí, al contrario de lo que muchos piensan podemos vivir sin estrés y permanecer en tranquilidad.
Los hábitos más nocivos que producen estrés en tu vida
Y es que, en la vida hay ciertas cosas que nos evitan poder disfrutar al máximo de cada momento. Ten en cuenta que, el estar constantemente pensando en lo que tienes que hacer, evita que consigas cualquier cosa. Por eso, pararte a pensar en ti mismo es lo más necesario para funcionar mejor.
1 . Las quejas, la antesala de la negatividad
Quejarse forma parte del día a día de muchas personas. Hay personas que son por naturaleza tóxicas y se despiertan y comienzan a quejarse de cosas que nadie puede controlar, como que está lloviendo o que hace demasiado sol. Cualquier excusa es buena para quejarse. Se trata de personas que viven estresadas, viven tan angustiadas que se han acostumbrado, y tienen que afianzar todo el tiempo su condición de mártir. Esto no quiere decir que sean personas con energías negativas, sino que tienen un problema. Eso sí, si alguien está cansado ellos lo están más, y la negatividad no les deja funcionar de ninguna manera.
Si estás anclado en la negatividad, empieza por dejar de quejarte. Mirar el lado positivo de las cosas te ayudará a reducir tu estrés. Y no es que no pasen cosas malas, pero si no las podemos cambiar es mejor que las aceptemos, no les demos más vueltas, y sigamos nuestro camino.
2. Dormir poco, funcionar peor
Si bien es cierto que, en muchas ocasiones el estrés no nos deja dormir, también es verdad que, cuando estamos agobiados por falta de tiempo, dormimos menos para intentar ganar ventaja. Sin embargo, se trata de un error enorme. Cuando dormimos poco tenemos peor humor, sufrimos sueños incómodos, nos sentimos más cansados y no rendimos de la misma manera que si estamos descansados y relajados. El no dormir es una de las cosas que más producen estrés porque nos irrita y nos vuelve más torpes. Seguramente, después de no haber dormido una noche padecemos una serie de emociones negativas y pensamientos que son hasta tóxicos para con nosotros mismos. Se trata de cosas que pueden hacer que nuestro nivel de estrés suba. Así que, si quieres hacer que tu estrés desaparezca, una buena opción es intentar relajarte y descansar el tiempo suficiente.
3. Vida sedentaria, comida basura
La vida sendentaria ocasiona el estrés en un porcentaje considerable. El ser humano está hecho para moverse, y pasar demasiado tiempo cara al ordenador puede provocar un malestar producto de no realizar ningún deporte. Además, el ejercicio te ayuda a deshacerte de las preocupaciones y te ayuda a estar más concentrado. Actividades como la meditación son lo mejor que puedes hacer para recuperar la paz. Así podrás conectar con tu yo interior y relajar la mente.
Por otra parte, la comida basura también es una gran enemiga del estrés. ¿A caso no has oído hablar de la alimentación emocional? Una buena nutrición influye en el estado de ánimo, por lo que comer de forma sana será fundamental para acabar con el estrés.
4. No ignores lo que pasa
Y si el estrés está relacionado con vivir deprisa, también es habitual que sean precisamente esas prisas las que no nos permitan pararnos a mirar y pensar en que estamos estresados. No es que tengamos que obsesionarnos con el tema, pero sí que es recomendable que creemos un plan.
Ser conscientes de lo que nos pasa es el primer paso para buscar una solución. Entender que estamos estresados y poner medios para solucionarlo será esencial para bajar tu nivel de estrés.